Desde la Tribuna

Otra vez la Champions es del Madrid, Para sorpresa de absolutamente nadie, el Real Madrid es campeón de Europa. ¿Qué nos dejó su triunfo en Wembley?

Algo sobrenatural

Lo bonito del deporte es su capacidad de sorprendernos. Nunca hay nada escrito y el favorito puede caer en cualquier momento. Claro, a menos que seas el Real Madrid en una final de Champions. Desde 1998 han llegado a nueve finales… y nunca han perdido. Es algo totalmente absurdo, ilógico, que no se explica solo por lo futbolístico.

El sábado, durante el primer tiempo, pese al enorme dominio de los alemanes, que incluyó un mano a mano de Adeyemi y un poste de Fullkrug, todos pensábamos en la parte de atrás de nuestras cabezas que de todos modos ganaría el Madrid. Parecía que el partido era un mero trámite y que, de una forma u otra, encontrarían la forma de ganar por más que fueran dominados y el tiempo pasara.

Dicho y hecho; los Merengues se fueron al frente con gol de Carvajal, quien mide 1.72, de un cabezazo en el área entre los defensores alemanes de casi dos metros. Fue sorpresivo, y a la vez no. De nada importó todo el dominio Amarillo y Negro en la primera parte, esto ya era inevitable.

El Real Madrid ha levantado Champions gracias a golazos, como los de Zidane o Bale; gracias a milagros, como el gol de Ramos o toda la de 2022; e incluso por goleadas como en el 2000 o 2017 (y hasta con goles en fuera de lugar como en 1998), pero esta fue la Orejona de tirarse atrás, jugar horrible y ganar con “ADN madridista” (por algún error del portero o la defensa).

Puede sonar a elogio o a crítica, tómenlo como quieran, pero esto es el Real Madrid: ganar jugando como sea y sin importar si le hace bien o mal al Futbol o si se lo merecían.

Malas noticias

Temo decirles, Culés, que ya pasó lo malo, ahora viene lo peor. Podrán tener siempre su argumento de que en el Barcelona importan más las formas y que su influencia es mayor, y podrán tener algo de razón, pero en la oficina de Florentino las formas le tienen sin cuidado mientras se les siga acabando el espacio para tanto trofeo.

Tal vez Lionel Messi nos engañó. Crecimos viendo al Barça y al Madrid peleando codo con codo cada año, e incluso ver a los Blaugranas vencedores la mayoría de las veces. Pero, realmente, fueron Messi y compañía quienes formaron una era, la cual ya acabó, y volvimos a a la realidad. Ante de Leo los Blancos tenían nueve orejonas y los Culés una. Durante su estancia en Cataluña fueron cuatro Champions para cada quien, algo bastante parejo. Pero van tres años desde que se fue y los Madridistas ya tienen dos más mientras los Blaugranas suman dos… eliminaciones en su grupo.

Para poner en contexto, de las últimas 10 Champions, seis han sido del Real Madrid. Esas seis son las mismas que tienen en toda su gloriosa historia clubes como Bayern Munich o Liverpool. Son una más de las que suman Inter y Juventus… juntos. Toda la liga francesa tiene una sola. Son solo una menos que su más cercano perseguidor, el Milán, a quien ya superan por más del doble. Ah, y es una Orejona más de las que el Barcelona tiene en toda su historia, con o sin Messi.

El Barcelona tuvo una época que marcó a millones de seguidores; el Madrid no se debe a un jugador o a un DT, sino a ganar y seguir ganando. Se fueron Raúl, Casillas, CR7, Ramos, Benzemá y muchos más y poco ha importado.

En un año donde se fue su más reciente Balón de Oro y no le encontraron repuesto; su portero y dos de sus defensas titulares se lesionaron casi todo el año; y en el que solo esperaban la llegada de Mbappé; de todos modos ganaron la Champions.

¿Qué sigue?

De poco servirán los análisis de otros conjuntos cuando el Madrid los tira —junto con la lógica— por la borda. Kylian Mbappé llega con gran cartel pero también con enorme presión: tantas veces les dijo que no que hoy, llegando al actual campeón de Europa, se espera que, mínimo, los haga campeones unas cuantas veces.

Y de mientras, los demás equipos, a aguantarlos.

¡Hasta la próxima!

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