¡Volvió la Champions!El nuevo formato tiene cosas buenas y malas. La buena es que hay más partidos, incluyendo hoy jueves, de los cuales hablaremos en la próxima columna. La mala es que, al haber más partidos, muchos de ellos son de relleno y, realmente hay pocos de interés.
Mi opinión siempre es que si algo no está roto no lo arregles, y el formato anterior era ideal, pero ya que estamos aquí vamos a disfrutarla. ¿Qué nos dejaron los primeros dos días de acción?
Es el Madrid
Cualquier otro equipo hubiera empatado o perdido ese partido. Ante un rival muy débil necesitaron de la mejor versión de Courtois, de un error del arquero rival (ya comunes ante los Merengues) y a héroes inesperados como Rudiger y Endrick.
Ya es hasta necio dudar de ellos, en especial en esta competición. No son quienes juegan mejor, ni dominan a sus rivales, y creo que no tienen la mejor plantilla, pero es que el Madrid gana en la Champions por una fuerza tan inexplicable como imparable.
¿Era beisbol?
Hace tres meses Vincent Kompany estaba descendiendo junto al Burnley de la Premier League. ¿Su premio? El banquillo del Bayern Munich. El discípulo de Guardiola ha comenzado con todo su etapa, ya que entre Bundesliga, Pokal y UCL ha dirigido cinco juegos, los ha ganado todos y ha anotado un total de 24 goles, casi cinco por partido.
Ante un muy humilde Dinamo Zagreb, gracias a los cuatro goles de Kane (tres de penal) y a otra magnífica actuación de Musiala aplastaron sin piedad 9-2, y se meten en la conversación como favoritos, una en la cual pocos los consideraban.
En otra liga
Y no solo es que la Premier y la Serie A hoy están más lejos que nunca, es que el Milán parecía equipo de una división inferior al Liverpool. Se fueron al frente gracias a Pulisic, pero de ahí fue solo aguantar de parte de los Rossoneri. Fueron tres goles que fácilmente pudieron ser el doble, gracias a los dos travesaños de Salah, al contragolpe que no pudo concretar Núñez y a una falla de Tsimikas. La gente se fue temprano del San Siro tras presenciar tremenda masacre, en la cual se notó lo lejos que está el Milán de realmente competir en Europa, más allá de que fortuitamente llegaran a semis el año pasado. Los Reds demostraron que tienen pocos puntos débiles y que están en la corta lista de candidatos.
Gran inicio
La mala es que, de los únicos dos mexicanos que tenemos, uno ni siquiera salió a la banca: el “Chucky”, con el PSV. La buena es que estamos presenciando el renacimiento de un grande.
La Juve va bien a secas en la Serie A, pero el martes de plano le pasó encima al equipo holandés. El 3-0 hasta el final se quedó corto con varias pelotas que dejaron ir, y si hay un negrito en el arroz sería que, hasta el minuto 93 de su quinto partido, la Vecchia Signora por fin recibió un gol en la era Motta.
Di Gregorio estaba invicto hasta esa jugada que fue, literalmente, la última del partido, pero es de lo poco que criticarle a esta nueva Juventus.
Aburrido y feo
No sé qué fue más espantoso, si el horrible partido que pintaba para ser la revancha de la final del 2023 y que terminó siendo un duelo de Liga de Ascenso, o si el uniforme vomitivo del Manchester City.
Salvo alguna jugada por ahí de De Bruyne y Haaland, los de Pep hicieron poco y nada, y salieron bien contentos con un empate del Giuseppe Meazza. Hablando del noruego, ya tiene varios partidos que brilla por su ausencia, en especial en competencia europea. Soy su fan y creo que es uno de los mejores del mundo, pero ya hay que hablar de cómo se desaparece a veces y cómo no ha podido llevar a su selección a siquiera disputar un torneo grande.
La jornada del miércoles fue mucho menos emocionante e interesante que la del martes, además de que casi nadie la pudo ver gracias a la plataforma que transmitió los partidos. Costará adaptarnos por completo a este nuevo formato, del cual todavía no estoy convencido.
¡Hasta la próxima!
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