Conclusiones de la semana 17 de la NFLSolo un partido nos separa de la postemporada, y todavía nos falta mucho por definir en lo que será el final de la campaña para 18 equipos.
Nadie los vio venir
Muchos, y me incluyo, no esperábamos nada de los Vikingos. Dejaron ir a Cousins y pensamos que sería para reconstruirse, y después de que tomaran a JJ McCarthy en el “draft” como su mariscal del futuro, menos pensamos que iban a competir este año.
Y que se lesiona el novato, y entra al quite Sam Darnold, el mismo que ha estado de equipo en equipo desde que lo tomaron los Jets en 2018. Con una división tan competitiva, lo más que pensamos es que Darnold sería un mariscal “puente” en lo que McCarthy estuviera listo el próximo año.
Pero aquí están, con marca de 14-2 y con la oportunidad de quedarse con el número 1 de la NFC y mandar a los Leones al comodín de paso. Una de esas dos derrotas fue justo ante Detroit en octubre, pero fue muy cerrada y cuando todavía no se les lesionaba medio equipo. Este domingo, en el duelo que cerrará la temporada regular, se define muchísimo. Quien sea que gane estará a dos encuentros en casa del Super Bowl, mientras quien pierda deberá jugar tres de visita.
Pocas veces un partido de temporada regular fue tan importante, y aun si no lo consigue Minnesota ya han hecho mucho más de lo que todos creíamos.
Prohibido ganar
No hay nada más importante para el futuro de los Patriotas que perder ante Buffalo. Ganar no le quitará nada a los Bills, pero sí bajaría varios peldaños a los Pats en el orden del draft, en el cual hoy están en el número 1. Con las victorias recientes de Gigantes, Jaguares y Raiders, Nueva Inglaterra ha quedado con esa poco honrosa pero valiosísima posición. ¿La usarán para tomar a Travis Hunter, el actual ganador del Heisman? ¿La canjearán a algún equipo más desesperado? ¿O harán algo impensable para dejar ir a Maye y tomar a la dupla Hunter-Shaddeur Sanders de Colorado, contratando también de paso a su “coach “Deion? Todo está en la mesa.
En una temporada tan terrible, lo positivo ha sido que Maye ha mostrado destellos como futuro de la franquicia (o moneda de cambio) y que tienen mucho tope salarial. Están a solo un partido de dar un gigante paso a la reconstrucción. Solo deben perderlo.
Honor a quien honor merece
En la carrera del MVP, a diferencia del año pasado, podemos poner a varios mariscales que se lo merecen. Josh Allen es el favorito de muchos (y el mío); Lamar Jackson ha jugado aún mejor que en sus dos años como MVP; Joe Burrow tiene los números y lo ganaría de no ser por el récord de su equipo; Jared Goff lidera la mejor ofensiva de la liga; y hasta Sam Darnold tiene argumentos para ser finalista. Si a ello le sumamos a Saquon Barkley, quien es el primer corredor en superar las 2 mil yardas en 12 años, es normal que nos olvidemos de alguien que ha llevado solo a una franquicia en la que no pensamos mucho.
Baker Mayfield llegó con la imposible tarea de suplir al mejor jugador de la historia, algo que no han podido conseguir en Nueva Inglaterra en cinco años. Pero no solo llevó a los Bucs a la postemporada (y a ganar un partido ahí) el año pasado, sino que podría repetir esa hazaña.
Hoy es el número 3 de la liga en yardas y anotaciones, número 4 en rating y pases completos, y todo sin su segundo mejor receptor, Chris Godwin, fuera casi toda la temporada. Está a una victoria (o derrota de Atlanta) del título divisional, por lo que habrá más futbol americano en la bahía de Tampa, que pasó de 14 años sin ser campeones divisionales a (casi) ganar cuatro consecutivos.
No hay que llegar primero…
Faltando una semana para culminar la temporada regular, evidentemente muchos equipos no llegan de la mejor forma: Pittsburgh, Houston, Denver (si se meten) y añadiría a Detroit si cae ante Minnesota, mientras otros llegarán embalados: los dos de L.A., Baltimore, Washington, Tampa Bay y, de darse el milagro, Cincinnati.
Todo se define entre hoy y mañana, para bien o para mal.
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