Conclusiones de la ronda comodínLa primera jornada de postemporada nos trajo un buen partido y cinco bodrios. Antes de llegar al mejor fin de semana, repasemos qué nos dejó la ronda comodín.
Si no está roto, no lo arregles
Este es el quinto año en el que entran siete equipos a “playoffs” por conferencia en lugar de seis. Es decir, el sembrado número 2, que antes iba directo a la ronda divisional, ahora debe jugar un partido extra ante el número 7. ¿Cómo han ido esos encuentros? 9-1 a favor del número 2, la única derrota viniendo por parte de los Vaqueros el año pasado ante Green Bay.
De hecho, la mayoría han sido palizas, con solo un partido de 10 definido por una posesión. Hay un par de juegos más, pero no significa que sea mejor, y más bien es un obstáculo fácil para alguien que está varios escalones por encima.
Prefiero el formato anterior, porque casi siempre menos es más.
¿Tiempo de cambio?
Son ya ocho años y contando del último triunfo de postemporada de Pittsburgh. Pensé que estaría más parejo, pero por quinta ocasión seguida los Acereros han perdido en “playoffs” y en ese partido iban perdiendo por 21 puntos o más.
Otra vez no saben quién será su mariscal el próximo año, ya que ni Russ ni Fields te garantizan nada, y si de por sí ya son mucho peores que Lamar y Burrow, ahora que Cleveland tome a Ward o Sanders los Acereros tendrán, por mucho, el peor mariscal de su división. Muy pocos entrenadores aguantarían esta racha de mediocridad, y no tener temporadas perdedoras es muy poco consuelo cuando estás siempre tan lejos de volver a un Super Bowl. ¿Debe irse Mike Tomlin de Pittsburgh?
Respuestas
Teníamos muchas dudas sobre qué haría Minnesota con Sam Darnold el próximo año, pero creo que sus últimos dos partidos nos dieron bastante certeza. Pese a las 14 victorias, en los momentos más importantes (en la última semana para ganar la división y en el primer duelo a matar o morir) no solo no los llevó a la victoria, sino que jugó como el Darnold de los Jets.
Ante los Carneros el lunes no solo fue capturado nueve veces, la mayor cantidad en cualquier partido este año, sino que perdió 84 yardas en esas capturas, un récord de postemporada. Algo tiene que ver la línea ofensiva, pero es que no jugó como alguien que merezca 40 millones o más por año, sino como alguien que solo sirve como suplente o como mariscal puente en algún otro equipo.
Literalmente pasó de una historia de Cenicienta y de un contrato multimillonario y multianual, a probablemente no tener equipo y ganar tres o cuatro veces menos.
Fue una gran historia estos Vikingos, pero si bien me equivoqué en otros encuentros el fin de semana, sí estaba seguro que Los Ángeles iban a pasar sin problemas por su experiencia, por su entrenador y, sobre todo, por su mariscal.
Se acabó el amor
Todo el año le tuve demasiada fe a Love y los Empacadores, y nunca me correspondieron. Ante los tres rivales más importantes (Águilas, Leones y Vikingos) quedaron 0-6, incluyendo el domingo por la tarde muriéndose de nada.
Filadelfia, sin despeinarse mucho y con su drama (AJ Brown estaba leyendo un libro de autoayuda en su banca y se habla más de ello que de su victoria) pudo dominar a Green Bay.
Jordan Love tuvo una magnífica postemporada el año pasado; en este quedó a deber y fue la principal razón de la eliminación de su equipo. ¿Van en la dirección correcta?
¿Ya es hora, no?
En situaciones hipotéticas, Justin Herbert es el mejor mariscal de la historia. Pero en la vida real tiene cinco años en la liga, solo dos viajes a postemporada, y en ambas ocasiones ha perdido de forma desastrosa pese a ser favorito. Es la primera vez en la historia que un pasador tiene más intercepciones en un partido de postemporada (cuatro) que en toda la temporada regular (tres), y otra vez Herbert quedó a deber cuando más importaba. Mucho brazo y mucho potencial, pero ya es hora de exigirle mucho más.
Por cierto, no me caen bien pero mañana voy con Ohio State en el campeonato nacional.
¡Hasta la próxima!
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