Lo que nos dejó la temporada 2024-25Oficialmente terminó la temporada de clubes y comienza la de selecciones, y por ello es momento de sacar conclusiones y comenzar a ver hacia delante.
La importancia del DT
Este año demostró que un gran entrenador puede tener impacto inmediato. Llegó Arne Slot a Anfield, hizo campeón de la Premier League al Liverpool, algo que Klopp solo pudo una vez en más de ocho años. Llegó Flick a Barcelona, ganó tres títulos, todos pasando por encima a su rival directo. Llegó Conte a Nápoles, campeones de Serie A apenas por cuarta ocasión en su historia. Lo que hizo Luis Enrique ya quedó documentado pero no deja de ser trascendente.
También se demostró que grandes DT pueden dejar de ser eficientes si su proyecto se cansa, tal como Ancelotti y Simeone en Madrid, Pep en Manchester o lo que pasó con Klopp. A su vez, otra conclusión es que hay equipos que simplemente son un desastre sin importar cuántas veces cambien de director, como Manchester United.
Las gratas sorpresas
Lo mejor de la temporada fue el surgimiento de jóvenes promesas como Désiré Doué, Warren Zaïre-Emery, Bradley Barcola y William Pacho del campeón de Europa; Mateo Retegui y Scott McTominay, capocannoniere y MVP de la Serie A respectivamente; los turcos Kenan Yildiz y Arda Güler; las consagraciones de los Culés Cubarsí y Yamal; así como el nuevo defensa madridista, Dean Huijsen.
Fue bonito ver competir en la Premier al Nottingham Forest o al Betis en una final europea, así como al Napoli campeón de Italia o la remontada del PSV en Holanda para su bicampeonato.
A su vez, creo que el próximo año el panorama europeo queda sumamente abierto. El Real Madrid de Alonso será intrigante; Chelsea y Napoli alzarán la mano; el City no repetirá un año tan malo y creo que Liverpool, Arsenal, Barcelona y sobre todo el PSG no tienen porqué perder el paso.
Las decepciones
Por otra parte, los fallidos proyectos de Ten Hag en Manchester y de Motta en Turín fueron muy sonados. Milán tuvo un año terrible y no jugará nada internacional el próximo año, mientras que la Europa League apenas logra maquillar la horrible temporada del Tottenham.
Los equipos sorpresa del año pasado se cayeron a pedazos: Bolonia, Aston Villa, Girona y Brest quedaron muy lejos de su 2024, lo cual indica lo difícil que es mantener competitivo a un conjunto con poco presupuesto más allá de una gran temporada.
Mató al dragón
Hablando específicamente de la Nations League, Cristiano Ronaldo consiguió ayer algo que nunca había hecho en su ilustre carrera: vencer a Alemania. Tenía cinco derrotas en cinco partidos, incluyendo las eliminaciones del Mundial 2006 y Euro 2008, así como el 4-0 en Brasil 2014. A sus 40 años y en el mismo estadio donde se jugó la final de la Champions cuatro días antes, uno que le trae buenos recuerdos, por fin guió a su Portugal a vencerlos y eliminarlos con gol suyo incluido, viniendo de atrás ademas de todo, y están instalados en una final de NL tal como en 2019, y está a un partido de su tercer trofeo con un país que solo soñaba con uno antes de él. Eso sí, los lusos no serán favoritos el domingo…
¿Un preámbulo?
Creo firmemente que España y Francia son dos de las tres mejores selecciones del planeta hoy por hoy junto a Argentina. Y, con el perdón de la actual campeona del mundo, lo más viable para la final neoyorquina de la próxima Copa del Mundo es que sea precisamente este duelo.
Lo que me parece ridículo es que se hable de una posible definición del Balón de Oro. Una Nations League nunca ha sido ni será factor para ello, y dudo mucho que realmente importe cuando se emitan los votos en unos meses. Veo más posible que algo que suceda en el Mundial de Clubes pueda importar. Lamine Yamil es tan talentoso como alzado, una combinación peligrosa, pero no veo ninguna prisa por darle el mayor premio individual a un joven de 17 años, aun si tampoco creo que Dembelé haya sido tan espectacular.
¡Hasta la próxima!
Cualquier comentario o pregunta, escríbanme a jpdesdelatribuna@gmail.com.