El cuadro naranja habría cumplido 18 años
Un 27 de junio de 2002 se hizo la presentación oficial del equipo. Agencias

Los Jaguares de Chiapas, oficialmente extintos tras su venta en el año 2013, habrían llegado a la “mayoría de edad” el 27 de junio de este año 2020.

La franquicia que llegó a Chiapas en 2002 -y que se mudó a Querétaro en 2013 para evitar el descenso de Gallos Blancos- fue presentada un 27 de junio del año 2002, en un concurrido acto celebrado conjuntamente por las autoridades locales y empresarios, teniendo como escenario el Polyforum Mesoamericano de Tuxtla Gutiérrez.

Si bien, la noticia trajo en su momento mucha alegría a los aficionados al futbol, que por primera vez tendrían un club de Primera División en Chiapas, también estuvo acompañada de una anécdota bochornosa.

Ante la rapidez para organizar el anuncio oficial del nuevo equipo del futbol mexicano, a los dirigentes se les ocurrió prácticamente retomar el escudo del equipo de Futbol Americano de los Jaguares de Jacksonville, acompañado de un balón de Futbol Soccer como la imagen oficial del equipo.

Al poco tiempo reconocieron su equivocación y ante la posibilidad de enfrentar incluso una demanda de la NFL, por usar la imagen de uno de sus equipos, el escudo cambió radicalmente, con la cabeza de un felino de feroz semblante emergiendo de la hierba.

El club llegó a tener otro cambio de imagen y de colores en 2010, con un Jaguar prehispánico y en donde el naranja dejó de ser el color dominante, compartiendo relevancia con el negro.

Vale la pena recordar que Jaguares era originalmente la franquicia de Irapuato, y que luego pasó a la ciudad de Veracruz como activo del Grupo Pegaso, llegando posteriormente a Chiapas.

El equipo era propiedad del empresario Alejandro Burillo, pero después pasó a manos del empresario chiapaneco, Antonio Leonardo Castañón -propietario de la cadena Farmacias del Ahorro- hasta que el club fue vendido al Gobierno de Chiapas en la era del Gobernador Juan Sabines y finalmente pasó a manos de Interticket Sports y Grupo Salinas en 2010, quienes tres años después lo vendieron a Querétaro.