El “Pantera”, una vida entregada al Box
Luis Ángel posee un estilo de pelea muy técnico; le gusta usar la táctica y emplear la distancia e inteligencia. Cortesía

Temple, fortaleza y determinación han llevado a Luis Ángel Mandujano a proclamarse campeón mundial juvenil plata del CMB y de la IWBO, cinturones que luce con orgullo, pues son el fruto de muchos sacrificios y carencias.

Aunque de manera intermitente, fue a partir del 2021 cuando el sobrenombre de “El Pantera” empezó a ser conocido en Chiapas y otros escenarios. Este año, al alumno de Luis Palacios ganó el cinturón Juvenil Plata, pero una derrota en Guatemala y las críticas lo tundieron en lo anímico.

Fiel a su espíritu, que no huye a los retos, peleó divisiones arriba de su peso en Tijuana y perdió un par de peleas en 2022, retirándose del ring hasta abril de 2023, cuando retomó su carrera con victoria sobre Daniel “Travieso” Gómez, agregando otra larga pausa hasta este 2024, cuando el pasado 20 de abril venció a “Tum” Castro en Champotón, Campeche, por el título Latino Champion del IMBO (Inter World Boxing Organization).

Con la madurez de lo vivido hasta ahora, Luis Ángel platicó para “Cuarto Poder” lo que vive un boxeador profesional.

“Panterita”, ¿cómo te iniciaste en este deporte?

Empecé hace once años. Cursaba la secundaria y un día un compañero del salón (en la ESTI 59 de Tuxtla Gutiérrez) me hizo la invitación a entrenar Box con él en un gimnasio. Además, desde niño, a mi papá siempre le ha gustado el Boxeo y tuve unos familiares en el pueblo que practicaron; eso es lo que mi papá me contaba cuando nos sentábamos a ver las funciones en la televisión.

Soy un deportista nato, tomé la decisión de ir a entrenar y al poco tiempo de aprender se me brindó la oportunidad de debutar. Lamentablemente, mi primera pelea la perdí, pero para mí esa es la prueba para decidir si quería practicar o no, y gracias a Dios ya llevamos once años en el profesionalismo.

¿Siempre quisiste dedicarte a esto profesionalmente?

En mi casa, mi padre siempre me inculcó el deporte. A principio era futbolista; la verdad, era muy bueno, muchos me admiraban como alguien con un futuro prometedor en el Futbol, pero practiqué Boxeo y me enamoré de él.

¿Cuántas horas al día dedicas a tu deporte?

Tengo que estar entregado al cien por ciento a este deporte, ya que es muy celoso, requiere toda la disciplina del mundo. Así que entreno en las mañanas una primera sesión que consiste en correr alrededor de hora y cuarto; después trabajo con mi preparador físico, que es José Luis Gutiérrez, en la parte del Crossfit, para estar fuerte, y en el acondicionamiento, alrededor de dos o tres horas, y descanso. Por la tarde me toca trabajar la técnica del Boxeo, la parte táctica, también de dos a tres horas.

¿Cuáles han sido los mejores momentos que has vivido en el Boxeo hasta ahora?

Creo que mi primer título Juvenil Plata fue una de las cosas importantes de mi carrera, ya que tuve la oportunidad de haberlo disputado en Tuxtla Gutiérrez, con mi gente, con mi familia y un lleno casi total en el Deportivo Roma. Fue mi primer título internacional, algo que deseaba mucho; desde que lo vi, le pedí a Dios por esa oportunidad y con el tiempo se me dio.

El otro logro es el título que acabo de ganar el 20 de abril. Ese es quizás el más importante sentimentalmente, por el hecho de que soy padre de una niña de 5 años y tuve la oportunidad de pelear cerca de donde ella vive, porque no vive conmigo. Por mi carrera, ella vive en Campeche y yo aquí en Chiapas y he estado muy distanciado de ella.

Entonces, después de cinco años de vida de mi hija, tuvo la oportunidad de verme pelear. Sabía que no podía defraudarla a ella, a mi padre, a muchos amigos que también hicieron el esfuerzo de viajar, y a algunos patrocinadores, entonces fue una pelea muy especial al ver el respaldo, a pesar del tiempo que estuve inactivo, ver a esas personas que siguen mi carrera… Y se logró el objetivo de ganar el campeonato y no les fallé.

¿Cuál es el mayor reto que has tenido que superar en tu carrera?

Va más en lo psicológico. Es una lucha diaria por poder sobresalir. Estoy en un estado donde se carece de mucho apoyo. Vengo de una familia humilde; mi padre es albañil, mi madre es ama de casa, y esa es la parte más difícil, ir al día a día, llevar una preparación, ya que al ser un deportista de alto rendimiento se requiere de mucha inversión para poder hacer preparaciones de primer nivel.

¿Admiras a alguien en tu deporte?

En México tenemos muchos referentes, es la cuna de grandes campeones, potencia mundial, pero mi ídolo no es mexicano, mi ídolo es filipino y para mí, mi admiración es para Manny Pacquiao, como persona y como deportista, por todo lo que ha logrado en el Boxeo, es mi ejemplo a seguir.

¿Qué es lo que más te gusta de subirte al ring?

Lo que más disfruto es ver cómo mi disciplina da resultados, el cariño de la gente, escuchar los gritos de apoyo. Porque me ha tocado salir a pelear a otros estados y ver cómo en el transcurso de las peleas la porra del local se cambia conmigo porque les gusta mi estilo, ven que hago buena pelea y esa es una de las satisfacciones más grandes.

¿Qué consejo les darías a los jóvenes que quieren pasar al profesionalismo?

Mi consejo es decirles que el Boxeo se tiene que tomar con seriedad, que no es un juego, no es una moda; es un estilo de vida muy celoso. Al Boxeo no vas a jugar jamás, ya que tu vida está en riesgo. Requiere toda la disciplina del mundo porque es un deporte que te va a poner de rodillas, que te va a hacer sufrir, en el que vas a llorar, pero si pasas el filtro, vas a sentir la alegría más grande de tu vida al ver el resultado de todo el sacrificio que has hecho.