Mucho se habla de los jugadores que terminaron contrato con la cancelación abrupta del Clausura 2020. Pero ¿qué pasa con los directores técnicos?

Como decía don Ignacio Trelles, los entrenadores “siempre deben tener las maletas listas”, porque a pesar de que tengan contrato, son la parte, la línea más delgada de una organización deportiva.

“Primero está el club, después vienen los directivos, los jugadores y la afición... Y al final de todo están los técnicos, son la parte más prescindible”, es la frase de la película “The Damned United”, que retrata una parte de la vida del técnico inglés Brian Clough.

El Futbol mexicano no es la excepción, así que aunque el torneo no se terminó y no hubo campeón ni nadie descendió, seguramente muchos directivos aprovecharán la oportunidad para rehacer su proyecto y deshacerse del técnico en funciones para traer otro más acorde con sus ideas, o más manejable.

Sin lugar a dudas los más estables son los técnicos que dejaron a sus equipos entre los primeros ocho lugares de la tabla: Robert Dante Siboldi, del Cruz Azul; Ignacio Ambriz, del León; Guillermo Almada, del Santos; Miguel Herrera, del América; Luis Fernando Tena, de las Chivas; Miguel González, de los Pumas; Ricardo Ferretti, de los Tigres y Gabriel Caballero, del FC Juárez.

Paradójicamente, dos de esos ocho técnicos, Siboldi de La Máquina y Herrera de las Águilas, no tienen contrato, ya que no han renovado, mas esto al final, parece que es sólo una cuestión técnica, de tiempo.

Para saber quiénes están en la cuerda floja hay que mirar la parte baja de la tabla. El que parece estar más fuera que dentro es Gustavo Quinteros, del Tijuana; Rafael Puente, del Atlas, al que lo salvó el paro de la Liga. Hasta ahora la única baja confirmada es la de Pablo Guede, del Morelia.