“Equipo de Dios”, sin bendición

El domingo de la Semana 6 de la NFL incluyó la bendición por error del papa Francisco a los Saints de Nueva Orleáns, que al parecer sí gozaron de una ayuda celestial al mantener el invicto del “quarterback” suplente Teddy Bridgewater.

Los que se quedaron sin protección divina o al menos lejos de ser el “equipo de Dios” —como se autonombraron— son los Cowboys, que desde que se cayeron del caballo contra los Saints han sido arrastrados con tres derrotas consecutivas que los sumergen en una crisis que, como siempre, apunta al entrenador Jason Garrett, quien parece ya perdió el timón del equipo.

Nadie cree en Garrett. Ni siquiera su papel de porrista lo hace bien. Basta con mirar el video en el que varios jugadores de la defensiva lo dejan con la mano extendida cuando intentó felicitarlos.

El cumpleaños 71 del dueño Jerry Jones fue amargado con la vergonzosa derrota frente a los Jets que se metieron al MetLife Stadium sin sumar alguna victoria y salieron como héroes de la película.

Lo que contaremos a nuestros nietos de esta sexta semana de la campaña es la confirmación de que los “quarterbacks” pueden correr y anotar. Hasta el domingo por la noche, los mariscales de campo sumaron 31 “touchdowns”, la mayor cantidad desde 1970, con 28.

Lamar Jackson, de los Ravens de Baltimore, tuvo 236 yardas aéreas y un total de 152 por tierra con un “touchdown”. Esta cifra es la cuarta mayor cantidad de yardas terrestres de un “quarterback” en un solo juego en la historia de la NFL, incluida la postemporada.

Para la historia y geografía de la Liga quedará que los Panthers de Carolina, en su viaje a Londres, registraron siete “sacks” y cinco intercepciones, convirtiéndose en el primer equipo que lo logra en un sólo partido desde los Dolphins de Miami de 1998, la defensa de los Chiefs de Kansas City sigue siendo mala y eso lo veremos cuando viajen a México.