Erick Julián Gómez, talento del volante
Listo para volver a figurar en las carreras. Cortesía

Con la ilusión de una próxima reapertura del Súper Óvalo Chiapas, el juvenil piloto Erick Julián Gómez espera pacientemente ver ondear la bandera a cuadros y probar una vez más su talento al volante.

Erick, quien empezó de 16 años a correr en los autos tipo Fórmula, como uno de los más jóvenes del serial Young Rabbits, reconoció que el campeonato le ha ayudado a crecer como piloto año con año, a tener más calma al tomar las curvas y rectas, y en general, a aprender de sus errores y disciplinarse.

“Para el 2020 ya estamos listísimos, nada más que nos den bandera verde para volver a empezar y ganar el campeonato”, compartió el “driver”.

Al volante

Erick Julián reveló su emoción y nervios por conducir un monoplaza en su primer campeonato en 2017, primero como piloto invitado a otro equipo, mientras que en 2018 dio el paso para comprar propio su monoplaza y establecer la escudería que representa, Rolind Racing Team.

“Todo comienza porque desde muy pequeño, como de 10 u 11 años, le pedí a mi papá que me enseñara a manejar; agarré el carro, pero todavía no daban mis pies con los pedales”, compartió.

Tiempo después insistió, su papá le enseñó a conducir y gracias a ello tuvo esa práctica que le ha hecho sobresalir en los monoplazas pese a su corta edad.

En 2018 —recordó— vivió, en lo particular, un gran año en los Young Rabbits, al ser uno de los pilotos más competitivos del serial, lo cual —asegura— fue también producto de mucho entrenamiento. “A cada rato quería subir al autódromo, eran tres entrenamientos por carrera y yo subía 4 o 5 para que mi carro estuviera a punto para la carrera”, indicó.

En sus primeras carreras —contó— tenía que cuidar no hacer un movimiento brusco, porque el carro se salía de la pista, y poco a poco fue encontrando su trazo. En este sentido, explicó que no es nada más de subirse al carro y acelerar sino que tienes que estar cerca de los mecánicos, al pendiente de cada detalle, para estar a punto para la carrera.

Entre los momentos más destacados de su incipiente carrera, rememoró que en su primer evento simultáneo con Nascar México, en el Súper Óvalo Chiapas, chocó en un entrenamiento y tuvo que reconstruir todo un alerón de su monoplaza, horas antes de la carrera oficial. “No pensamos que íbamos a correr, hubo muchos factores del carro que no quedaban, pero algo pasó y pudimos correr y quedamos en primer lugar”, detalló.

Para 2019, debido a la falta de patrocinadores, para Julián fue complicado seguir en el campeonato; sin embargo, se mostró listo para volver en este 2020, en cuanto el Súper Óvalo Chiapas reabra sus puertas. A futuro —concluyó— sueña con correr en otros seriales importantes de México, como la Fórmula 3, Panam, Mikel’s Trucks o hasta Nascar. “Es un poco difícil pero no imposible”, sentenció.