Es el deporte nacional

"Iván Agüero * CP. ""La habilidad se da cita, la cuerda tiene el don de atrapar las miradas; el charro, elegante, un hombre con porte, ha de satisfacer las expectativas de un público exigente. Las mujeres del ruedo son escaramuzas, llevan el fulgor del colorido en su atuendo y hermosas lanzan sonrisas al por mayor. Es la Charrería, la fiesta de México, el deleite de una actividad donde la destreza es esencial"", anónimo.

Con las anteriores palabras describimos un poco lo que es el interesante mundo del deporte nacional por excelencia: la Charrería. Deporte que tuvo inicios en la época de la Colonia, que fue artífice para la ruptura de esquemas y la división entre españoles, mestizos e indios.

Con el paso de los años se fue puliendo. Consta de nueve suertes y tiene una reglamentación casi exacta. Es el único deporte nacional, creado por mexicanos para mexicanos, y también se práctica en el sur de los Estados Unidos.

La Charreada inicia con la presentación de los equipos charros protagonistas de la competencia, que entran al ruedo desde la manga del lienzo con la marcha de Zacatecas, recorriendo el ruedo quienes, después de saludar al público, se desplazan a los alrededores del ruedo para presenciar la primera suerte charra.

La cala de caballo: Consiste en demostrar la rienda o ""educación"" del caballo. Comienza por dirigir el caballo a galope desde el centro del ruedo hasta el partiderol donde una vez puesto en mano el caballo (totalmente quieto viendo al ruedo), regresara al centro del ruedo a toda velocidad, rayando con las patas o cuartos traseros, sin salirse del cuadro previamente marcado.

Posteriormente se coloca en el centro del cuadro para hacer girar al caballo sobre su propio eje, teniendo como un mínimo de tres vueltas o lados hacia la izquierda (o lado de montar) y otras tres vueltas hacia la derecha (o lado de la garrocha). Después, en la misma forma lo hará con los medios lados, para regresar al partidero, cejando al caballo, esto es, haciéndolo caminar hacia atrás y en línea recta, para volver hacia el público a paso tranco (normal y tranquilo).

Piales en el lienzo: Consiste en lazar una yegua de los dos cuartos traseros a un mismo tiempo, chorrear a cabeza de silla hasta detener por completo la carrera del animal. Esta suerte se realiza en el partidero (o manga del lienzo). Por la esquina superior izquierda del partidero saldrá una yegua a toda velocidad corriendo paralelo a la pared con rumbo al ruedo.

El competidor en suerte se coloca montado en su caballo de manera perpendicular a 4 metros o más (esta distancia se cuenta de la pared a las manos del caballo) de distancia, donde pasará la yegua, lanzando su lazo con rumbo a las patas o cuartos traseros del animal.

Si logra lazar las dos patas, chorreará (amarrará) su soga en la cabeza de la silla hasta detener por completo la carrera de la yegua. En esta suerte tiene 3 oportunidades para conseguir su cometido, cambiando de lugar a lo largo del partidero en cada intento.

Colas: Consiste en seguir y derribar un novillo en un terreno máximo de 60 metros. Se realiza desde el fondo del partidero. El charro aguarda la salida del novillo para después emprender la carrera en paralelo. El charro se agacha, agarra la cola del toro y, corriendo la mano sobre la cola hasta la mota, alza la pierna derecha y se balancea para enredarla en la espinilla, bajando la mano hasta el tobillo.

Al mismo tiempo, abre su caballo formando con el toro un ángulo de 45 grados aproximadamente y, sacando fuerte al caballo, da el jalón para derribar al animal. El novillo debe ser derribado en los 60 metros que tiene el partidero para que pueda acumular puntos para su equipo.

Esta actividad, en los tiempo campiranos, se empleaba para derribar los toros restándoles fuerza, para proceder a jinetearlo ya de caído, todo con el fin de manejar el ganado (herrarlo, curarlo, etcétera.).

Jineteada de toro: Consiste en quitarle lo bravo a un toro montándolo hasta que no repare más. En esta suerte el charro demuestra, garra, valor y honor al ""domar"", por nombrarle de alguna manera, a una animal bruto.

La suerte comienza con un toro encerrado en un cajón, donde se procede a pretalarlo con la ayuda de sus compañeros (cintillo sobre su lomo de donde se sostiene el charro), para después abrir la puerta y ver qué suerte le toca. El charro deberá quedarse en los lomos del animal y aguantar todos los reparos sin caer. Posteriormente, deberá quitar el pretal y bajar del animal.

Terna en el ruedo: Consiste en un conjunto de tres charros que entran al ruedo a dominar un toro con sus reatas, lazando uno de la cabeza y otro de las patas, para derribarlo.

La terna es una de las suertes que siguen siendo muy campiranas, demostrando el colmillo de los lazadores para manejo y control del novillo, ejecutada por 3 charros del equipo, los cuales tendrán como máximo tres oportunidades para realizarla, en un máximo de 6 minutos.

El primer paso es que uno de los integrantes florea su reata demostrando su dominio con la soga y después intentando lazar la cabeza del novillo (LC). Después, otro de sus compañeros intenta poner el pial (trampa para lazar las patas del novillo). Una vez consumadas estas dos acciones, chorrean a cabeza de silla ambos hasta derribar completamente al novillo.

Jineteada de Yegua: Consiste en domar a la greñuda montándola hasta que no repare más. Igual que en la del toro, el jinete deberá quedarse en los lomos del animal y aguantar todos los reparos sin caer. Puede hacerlo de varias formas: a la greña, (sujetándose únicamente de las crines del animal) o con pretal. Esta suerte es muy lucida y provoca la algarabía del público.

Manganas a pie: Consiste en ejecutar el arte del floreo de reata, lazar las manos de la yegua corriendo alrededor del ruedo y culminar derribándola. Esta suerte se celebra a ruedo cerrado y la integran 3 arreadores y un manganeador; este último está a pie, como indica el nombre de la suerte.

El trabajo de sus compañeros es pasarle la yegua por todo alrededor del ruedo mientras que el manganeador se colocara a una distancia de 4 metros frente a la pared. Éste floreará la reata tratando de bonificar la mayor cantidad de puntos para su equipo. Al pasar la yegua por el frente del manganeador, éste rematara su reata con mira a lazar las manos de la yegua, chorrear a cuadril y derribarla.

Existe también la modalidad de derribar con el tirón del ahorcado: el charro se amarra del cuello, de donde sostiene el tirón hasta derribar la yegua. Las tres oportunidades que tiene el charro deberán ser rematadas en forma distinta. Tendrá puntos adicionales cuando lo haga en forma especial (desdén -de espaldas-, rodada contraria, contra máscara, etcétera).

Manganas a caballo: Esta suerte es idéntica a la anterior, pero el manganeador la ejecuta montado en su caballo y derriba chorreando a cabeza de silla.

Paso de la muerte: Consiste en arrancar los suspiros del público al saltar de un caballo manso a una yegua bruta, todo esto corriendo alrededor del ruedo. Esta difícil suerte necesita gran pericia.

El charro sigue a una yegua en el ruedo, la cual se hace pasar a toda velocidad, para que el charro se le empareje, pasándose de su caballo (manso) a la yegua en suerte (bruta), para después aguantarle los reparos sosteniéndose solamente de las greñas de la yegua hasta que ésta se detenga. El charro tendrá sólo 2 vueltas al ruedo para ejecutarla y no deberá caerse para que bonifique puntos a su causa

Charro completo: Este tipo de suerte o competencia consiste en que un mismo charro ejecuta todas las suertes, demostrando que tiene todas las aptitudes para ser, como el nombre lo dice, un charro completo hablando en el terreno de cuenta.

"