"Cuernavaca * Notimex. Dentro de la afición cementera, el nombre de Ignacio Flores es sin duda uno de los más recordados. Campeón con el Cruz Azul en cinco ocasiones en la década de los setenta (1971-72, 1972-73, 1973-74, 1978-79 y 1979-80), Nacho se consagró como uno de los últimos ídolos de la Máquina.
Ignacio Flores Ocaranza nació el 9 de julio de 1953, en la colonia Malinche, en la Ciudad de México. La pasión por el Futbol estuvo con él, desde temprana edad, al crecer dentro de una familia aficionada a este deporte. El apoyo de su padre, Lorenzo Flores, fue fundamental en los inicios de la carrera del lateral derecho de los Cementeros.
Su desempeño en las categorías inferiores del Cruz Azul hizo que se destacara rápidamente, recibiendo una oferta del América para jugar en Primera División, aunque terminó integrándose al Pachuca. Sin embargo, no pudo debutar en el máximo circuito debido al descenso de los Tuzos a la Segunda División.
La oportunidad para Nacho Flores de integrarse al equipo que defendería hasta el final de su carrera se dio en 1970, cuando el Cruz Azul lanzó una convocatoria abierta para futbolistas jóvenes con talento para integrarse a las filas de la institución.
El evento reunió a más de 3 mil jugadores, de los que fueron elegidos sólo 30 para una selección piloto, del que Flores formó parte. Flores Ocaranza, después de tres meses en el equipo, consiguió ser parte de la reserva profesional. Su ingreso a la primera escuadra se daría en 1972, cuando el técnico Rául Cárdenas decidiera subirlo, todo ello cuando Nacho tenía 18 años.
Durante 16 años fue el titular indiscutible en la banda derecha. En la década de los setenta, considerada una de las mejores del club, Flores conseguiría cinco campeonatos con la Máquina Cementera. Esta situación hizo que fuera convocado para formar parte de la selección nacional, jugando el Mundial de Argentina 1978. No obstante, sólo tuvo 12 participaciones con la camiseta tricolor.
Su retiro se dio el 4 de febrero de 1990, en un partido en contra del Guadalajara y en el que tuvo la oportunidad de jugar con su hermano Luis Flores, quien también jugó para el Cruz Azul.
En sus últimos años, trabajó en las Fuerzas Básicas de la institución cementera. A los 58 años de edad, Nacho Flores murió tras ser baleado por un comando armado que atacó la camioneta en la que viajaba, la noche de este miércoles al filo de las 23:00 horas.
""Nacho Flores siempre
fue intachable"": ""Kalimán""
Guzmán
Javier Guzmán, ""Kalimán"", integrante del Cruz Azul que ganó cinco títulos en la década de los 70, compartió vía telefónica algunas anécdotas con su ex compañero Ignacio Flores Ocaranza, asesinado a tiros la noche del miércoles.
""Fue un gran jugador, de mucha técnica y eso lo hizo sobresalir dentro de la cancha, que se ganó el respeto de todos nosotros, de la institución y, sobre todo, de la afición"", comentó el ""Kalimán"".
El ex zaguero aseguró que Nacho Flores era una persona intachable, de gran carácter pero con sentimientos muy intensos hacia su familia, amigos y compañeros.
""No tengo duda de que siempre fue un gran amigo, muy querido por la afición, una gran persona y amigo"", dijo. ""Siempre se dio a querer, era cariñoso, sencillo, de carácter inigualable"".
Javier Guzmán también recordó que casi no salían a fiestas debido a que la directiva de Cruz Azul les prohibía realizar ese tipo de actos, además de que Ignacio Flores no era de ese tipo de ambiente.
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Ignacio Flores muere a manos de un comando
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