Lionel Messi y el Inter Miami no pudieron debutar con un triunfo en el Mundial de Clubes. Pese a que el equipo donde milita el argentino tuvo un resurgimiento en la segunda parte, no le alcanzó para doblegar al Al-Ahly, firmando un empate sin anotaciones.
Pese a que los últimos reportes indicaban que la demanda para entrar al partido inaugural no había sido del interés del aficionado, el Hard Rock Stadium lució lleno en las tribunas.
Cuando el sonido local anunció la entrada de Lionel Messi, al puro estilo de la NBA, el público estalló de júbilo, coreando su nombre.
No es un secreto, las Garzas dependen de la genialidad del 10 para poder marcar diferencia en el último tercio del campo, y en este partido no fue diferente. Sin embargo, el orden del equipo egipcio evitaba que el astro argentino pudiera hacerse notar, al menos en el arranque del encuentro.
Poco a poco los egipcios se asentaban mejor dentro del terreno de juego, y comenzaban a encontrar espacios a campo abierto; sin embargo, en los manos a mano, el arquero argentino del Inter Miami, Óscar Ustari, comenzaba a hacer presencia dentro del área.
El equipo estadounidense no solamente no lograba generar ocasiones de peligro, sino que el Al-Ahly llegaba con peligro; al 32’ mediante una jugada de tiro de esquina, Ustari sacó de la línea un cabezazo del jugador egipcio.
Por si fuera poco, al 43’ nuevamente se robó los reflectores, al atajar el potente disparo de Trezeguet desde los once pasos. Para la segunda parte, las cosas se revirtieron, y fue el Inter quien no solo se adueñó de la posesión del esférico, también, comenzó a llegar con peligro al área del Al-Ahly.
Al 62’, Messi puso de pie a todo el Hard Rock Stadium, después de un disparo de tiro de barrera, que pasó a penas a un costado de la portería de Mohamed El Shenawi.