Bastaron nueve de los 12 rounds pactados en la pelea estelar de este sábado 24 de julio, para que el chiapaneco César “Jaguar” Márquez se coronara como campeón súperwelter de la Federación Mundial de Boxeo (WBF, por sus siglas en inglés), esto luego de vencer por nocaut técnico al salvadoreño Ricardo “Diamante” Cortez. El Centro Deportivo Roma fue testigo de la batalla internacional.
Tras un par de años esforzándose por tener una oportunidad de esta magnitud, el oriundo de Tuxtla Gutiérrez lo pudo hacer, y fue por igual gracias al entrenamiento que Ignacio “Nacho” Beristáin le ha dado al llamado “Jaguar”.
Desde que sonó la campana el tuxtleco no escatimó en esfuerzos, lo que se notó con las poderosas combinaciones al cuerpo y al rostro que soltó a su rival centroamericano. Como su mote lo dice, César fue buscando a su presa sin temor alguno, y en los últimos 10 segundos del primer round lo encontró, con un potente volado de derecha que hizo caer al salvadoreño.
En cierto punto el conteo preventivo llegó y parecía que la pelea se terminaba, pero no fue así. “Diamante” se puso de pie con todo, a pesar de que la sacudida fue de consideración. Logró culminar el primer episodio pero el camino estaba marcado para el boxeador local. Sin embargo, la respuesta de Cortez fue rápida, pues en el segundo episodio cone ctó al chiapaneco para así estar parejos en ese rubro.
Después de esa caída accidental, César Márquez fue quien llevó los hilos del combate; su preparación física fue la clave para ello, ya que mientras éste iba hacia el frente, el salvadoreño se dedicó a correr sobre el ring, incluso tiró en un par de ocasiones el protector bucal, seña inequívoca de estar mermado en este aspecto.
Con la segunda ocasión en que el “Diamante” tiro el bucal, el réferi le restó un punto por actitud antideportiva, lo cual no quedó sólo con el peleador, sino que se vio reflejado también en la esquina con su entrenador, ya que durante cada episodio tardaba en salir, buscando con ello darle unos segundos extras de refresco a su pupilo. Pero nada de ello funcionó.
Tras superar la media del combate, Ricardo Cortez se vio pidiendo la hora, pues su caminar hacia atrás se hizo más notable. Desde la esquina del chiapaneco, don “Nacho” Beristáin le pedía paciencia y saber reconocer el momento para terminar el combate; ese momento llegó al inicio del noveno round cuando el “Jaguar” conectó al cuerpo de su rival para enviarlo por segunda ocasión a la lona.
Tras incorporarse, César se abalanzó para finiquitar la pelea, algo que llegó segundos después ya que el salvadoreño no reaccionó, por lo que el tercero sobre la superficie decretó el final del combate y con ello el título mundial súperwelter del WBF para el “Jaguar” Márquez.