Diferente a todos los pugilistas que ha dado Chiapas, don Jorge Moreth, conocido como “Sonrisas”, vivió una situación única dentro del boxeo, pues en su casa, saberlo en esta disciplina le traía fuertes regaños, por lo que pronto se le dio el mote de “boxeador anónimo”.
“Respeté mucho las decisiones de mi madre. Me decía que no quería que yo boxeara. No quería tener un hijo loco”, comenta entre sonrisas. “Cuando yo boxeé por primera vez fue en la Arena México de Tuxtla Gutiérrez, y me regalaron 20 pesos”.
“Tenía que llegar antes de las 10:00 de la noche a mi casa, llegué después de las 11:00, entonces mi mamá me dijo: ‘mañana nos arreglamos’. Al otro día me mira y me pregunta ‘¿qué te pasó?’, y le respondí que había ido a boxear, a ella no le gustó porque no me había dado permiso, y después de los golpes que recibí en la pelea, mi mamá me dio otros más”, comenta el exboxeador chiapaneco.
Inscrito en el ejército, cuando ya la edad en sus años mozos se lo exigía, don Jorge recuerda que era el orgullo del 46 Batallón de Infantería, aunque por igual, resultados negativos en su tiempo como boxeador le generarían castigos por haber fallado a la confianza de sus superiores.
“Para mí fue maravilloso porque esto del boxeo yo lo hice por deporte y no para ganar dinero, y era cuando en realidad te costaba ser clasificado, tanto estatal como nacional; mundialmente ni se diga, era una odisea llegar a ese peldaño tan alto para nosotros, porque nos exigían, tanto en el entrenamiento como en saber boxear, saber meter las manos, ser ágil”.
Expuso que “fui figura en Coita. La gente de allá iba a verme porque quería ver que le pegaran al soldadito porque era demasiado delgado, pero gracias a Dios tuve el privilegio de terminar rápido mis peleas”, comenta “Sonrisas” Moreth.
Mote único
Aunque es notorio por qué el mote que lleva a cuesta, don Jorge Moreth explicó un poco más el hecho de ser conocido como “Sonrisas”. “Me pusieron el apodo porque siempre que boxeaba lo hacía así, sonriendo. Mis rivales creían que lo hacía como burla, pero la verdad no, era una estrategia para que creyeran eso y hacerlos enojar, porque el que se enoja pierde”, enfatizó una de las Leyendas del boxeo chiapaneco.
Hoy en día, y viendo a las generaciones actuales, don Jorge reconoce que para él, el boxeo fue más que subir a soltar golpes. “Es un deporte muy bonito para mí. Se necesita una decisión muy hombre, para recibir los trancazos (sic), porque así como se da, se recibe sabroso. Hoy en día hace falta mucha más disciplina, anteriormente se entrenaba con gran dedicación y pasión”.
La carrera de Jorge “Sonrisas” Moreth terminó luego de hilvanar dos derrotas consecutivas, pues consideró que no podía permitirse tal situación y tomó la decisión de retirarse.