Desde la Tribuna

Los contendientes y los pretendientesConcluyó la ida de las semifinales de la Champions y parece claro que hay una llave donde se definirá el título, y otra que juega por la anécdota.

El mejor duelo del mundo

Pocas dudas nos quedan de que el Manchester City-Real Madrid es el mejor partido posible hoy en día. Los actuales reyes de Europa ante el equipo que domina la mejor liga del mundo. En ese papel llegaron al Bernabéu, y no decepcionaron.

Recordemos que este es el quinto duelo Guardiola contra Real Madrid en Champions, y en tres de las cuatro anteriores, el vencedor resultó campeón a la postre. Pep los eliminó en 2011, con el Barça, y en 2020, con el City, mientras que cayó en 2014, con el Bayern, y el año pasado, ambas en semifinales.

Este es el gran monstruo al que debe derrotar para obtener su objetivo. Ya son 12 años desde que el mejor entrenador del mundo alzó la Orejona por última vez, y el de la próxima semana será el partido más importante desde que llegó a Inglaterra. Para ser campeón, debes vencer al campeón. Este parece ser el año del City, más cuando cuenta con Haaland, la pieza que le hacía falta a su máquina bien aceitada, pero eliminar al Madrid en Europa no es nada sencillo. No podemos coronar todavía al ganador de este encuentro antes de la final, pero sin duda sería amplísimo favorito sobre cualquier equipo de Milán.

La ironía del Futbol

Hablando del partido en sí, es irónico que el primer tiempo fue dominado a placer por los citizens, que tuvieron más tiros, tiros a puerta, posesión y tiros de esquina, pero entre la gran actuación de Courtois (el mejor del mundo sin duda) más un chispazo de talento de Vinicius, se fueron al descanso 1-0 abajo.

Curiosamente, el segundo tiempo fueron los Merengues quienes dominaron, y podrían haber puesto con facilidad el 2-0, pero cuando peor jugaban, vino el empate de De Bruyne, un “riflazo” fuera del área que venció a su compatriota.

El empate fue salomónico, y cada equipo anotó justo cuando peor jugaba. Ahora la ventaja es, ligeramente, para el City, que se sobrepuso de lo que parecía una derrota y ahora buscará el boleto a la final en casa.

Las decepciones

¿Quién quedó más a deber? Por un lado, Benzemá no tuvo una sola acción de peligro, y brilló por su ausencia ante su público. Pero esperábamos todavía más de Haaland, quien solo tuvo un cabezazo inocente en todo el encuentro.

El premio al jugador del partido se lo dieron a De Bruyne, pero para mí fue sin duda Antonio Rüdiger quien tuvo mayor influencia, marcando al noruego como si fuera partido de Basquetbol. El actual Balón de Oro y uno de los favoritos al siguiente no aparecieron en la ida, pero estoy seguro que en la vuelta ambos se harán notar.

Dominio “nerazzurri”

Aunque en el papel ambos equipos de Milán llegaban muy parejos, al final solo existió uno en la cancha del San Siro. Ambos han sido campeones de Italia en los últimos dos años, llegan en cuarto y quinto en la Serie A, llevaban más de una década sin jugar en semis de Champions, y no tienen una sola figura de élite mundial.

Aun así, fue un dominio completo de los de azul y negro sobre los de rojo y negro. En la primera media hora el Inter ya había anotado a través de un gran gol de Dzeko con complacencia de Tomori, consiguiendo el segundo con una gran pasada de Lautaro para dejar solo a Mkhitaryan, puesto una en el poste y les habían marcado un penal a favor, que después el VAR borró por el clavado de Lautaro.

El Internazionale después se dedicó a manejar el partido a placer, y al final el Milán prácticamente no pudo hacer nada en los 90 minutos. Quedan otros 90 el próximo martes en la misma cancha, ahora con el Inter como el local oficialmente, pero esta serie parece que ya está definida.

Los “rossoneri” no tienen la plantilla para competirle al Inter, contra quienes han perdido ya tres veces en el año por marcador combinado de 6-0, y extrañaron mucho a Aldo Leao. El Inter parece estar instalado en la gran final, aunque no será favorito.

¡Hasta la próxima!

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