Desde la Tribuna

Magníficas semifinalesJusto después de que el fanático mexicano estaba más harto de su selección, y por ello también de su liga, el Clausura 2023 nos regala dos clásicos en las semifinales. ¿Qué más podemos pedir?

Lo que hay que decir, si eres fan de cualquiera de los cuatro clubes restantes (lo cual es muy probable), no habrás estado muy satisfecho con el desempeño de tu equipo en cuartos de final.

Ninguno avanzó tranquilamente o sin polémica, y parece que no hay nadie invencible, y que cualquiera se puede llevar el título.

Sudando la gota fría

Quién hubiera dicho que, de todos los equipos, sería el Atlético San Luis quien dominaría al América en su casa y en Liguilla. Si decimos que el primer tiempo fue la peor mitad de las Águilas en el semestre no nos quedamos cortos, ya que más allá de los dos cabezazos para empatar el global, el ASL hizo lo que quiso y estaba a punto de hacer la hombrada ante un América irreconocible.

No arriesgaron a Henry, y claramente les terminó por hacer falta, mejorando mucho cuando entró. Valdés no hizo absolutamente nada, y “Cabecita” tampoco se quedó atrás.

Eso sí, en el complemento, y sabiendo que los potosinos necesitaban uno para las semis, fue cuando mejoraron los azulcremas, y al final fue Andrés Sánchez, otra de las pocas promesas mexicanas en la portería (ni tan joven, ya a sus 25 años), quien pasó de héroe a villano con el error para el gol de Brian Rodríguez. Sin ese error, y marcando el penal clarísimo de Aquino sobre Zaldívar, tal vez otro gallo cantaba.

El “Tano” mismo se mostró descontento y preocupado por su equipo, y las críticas hacia él, en su tercera Liguilla, sobre que siempre disminuye su nivel comparado al campeonato regular, terminan siendo muy válidas.

Con lo justo

Las Chivas están de regreso en una semifinal, y no podían pedir mejor rival. Primero acabaron con su némesis, a quienes no vencían en siete encuentros seguidos y que hace un año los echaron en cuartos. Ahora, el clásico nacional rumbo a un posible regreso a la final, seis años después de la última.

Ante Atlas la clave fue lo que los rojinegros dejaron de hacer en la Ida, manteniendo vivo al Rebaño, que en la vuelta se mostró con temple, sin desesperarse y sabiendo que tenían 90 minutos para buscar un gol.

La mano de Paunovic es evidente, le ha dado un carácter que no veíamos en el Guadalajara desde la era Almeyda. Eso sí, terminaron pidiendo la hora, pero eliminaron a su rival de la ciudad, y alcanzaron unas semifinales que ni el más optimista “chivahermano” hubiera esperado en el primer torneo de Hierro y Paunovic en México.

Le faltó lana a Irarragorri

Desde hace un par de años existe la narrativa de que Grupo Orlegi (Atlas y Santos) mueve los hilos en nuestro Futbol. Si bien es cierto que Alejandro Irarragorri tiene mucho poder (tanto así como para poner al actual DT de la selección), tampoco es que pueda hacer campeón al equipo que terminó 13º.

Los Rayados terminaron avanzando, y demostrando porqué tuvieron más del doble de puntos que los Laguneros, pero no sin polémica de por medio. Primero, el gol de Doria, al minuto 9, anulado por no cortarse las uñas ese día, y que hubiera puesto a los de Torreón a uno del pase. Después, un penal muy claro, 10 minutos después, que tampoco se marca a favor de Santos.

No prueba nada, pero al menos podemos asegurar que, si Orlegi realmente controlara los árbitros, esas dos jugadas no hubieran ido en su contra. Monterrey pasa pero sigue sin convencer a muchos.

Concierto de errores

Si en la ida los choriceros regalaron tres goles a los Tigres, los felinos devolvieron el favor en el Nemesio Díez. Toluca necesitaba tres goles, y antes de la hora ya los habían conseguido, en parte gracias a la dupla defensiva Reyes-Lichnovsky, más garantía de gol que Haaland. Siboldi desperdició otra ventaja, pero al menos sigue vivo sin saber cómo.

Rayados y Águilas parten como favoritos en los clásicos, y deberían enfrentarse en la final.

¡Hasta la próxima!

Cualquier comentario o pregunta, escríbanme a jpdesdelatribuna@gmail.com.