En las canchas de Tuxtla Gutiérrez, dos hermanos se han convertido en inseparables compañeros de sueños y aventuras futbolísticas. Leonardo Hernández Toledo, el pequeño Leíto, y Mario Antonio Hernández Toledo, conocido como “El Comandante”, representan la historia de unión familiar, disciplina y amor por el Futbol que inspira a las nuevas generaciones.
Leíto, nacido en 2016, se desempeña como extremo o mediocampista, destacando por su juego sencillo, inteligente y asociativo. Su camino en el balompié comenzó a los tres años de edad, acompañando a su hermano a los entrenamientos en las canchas del Instituto Hispano Jaime Sabines y con León Filial.
Aunque al principio se resistía, terminó por enamorarse del balón. La pandemia lo obligó a pausar su formación, pero a los cinco años volvió con fuerza, sumándose a San José Terán FC antes de consolidarse en León Filial y reforzar también a Conejos FC, con quienes ya ha cosechado títulos como la Copa Nacional Santos Tuxtla 2024 y ligas locales de gran nivel.
Mario, por su parte, nació en 2013 y se ha convertido en el guía natural de la familia dentro del campo. Su apodo, “El Comandante”, refleja su estilo: liderazgo, potencia y capacidad goleadora. Juega como extremo derecho o delantero, combinando desbordes y remates letales.
Su formación arrancó a los tres años con Jaguares de Chiapas y continuó en Colegio Laureles y Pequeños Gigantes, hasta llegar a León Filial Tuxtla en 2019, donde ha construido su carrera más sólida. También ha jugado con Atlético Balajú y representado a su escuela en el Futbolito Bimbo 2023-2024, sumando logros como el ganar la Copa Chiapas, la Liga Tuchtlán y trofeos como goleador de torneos infantiles.
Ambos entrenan en las canchas de Laureles y la Facultad de Ingeniería de la Unach, bajo la guía de los profesores Jorge, Nicolás y José, quienes han pulido su talento. Su rutina es intensa: estudios, entrenamientos y torneos, siempre acompañados de su mamá, quien es la primera en llegar y la última en irse de cada juego. Su papá, su tía María y sus abuelos también han sido piezas clave, alentándolos en las tribunas o siguiendo las transmisiones cuando no pueden asistir.
Fuera de la cancha, los Hernández Toledo son como cualquier par de hermanos: juegan retas, disfrutan videojuegos como FIFA, Roblox y Fortnite, y aunque a veces discuten, el balón siempre termina por reconciliarlos.
La emoción más grande la han vivido compartiendo títulos, como el de la Copa Chiapas 2024, y partidos que Leíto ha jugado en categorías mayores para coincidir con Mario, fortaleciendo un vínculo que trasciende más allá del Futbol.
Inspirados por Cristiano Ronaldo y Neymar Jr., sueñan con vestir primero la camisa de un club local, luego representar a la selección de México y llegar Real Madrid a nivel internacional. Su historia es un recordatorio de que los grandes sueños comienzan en canchas locales. Sus padres Mary y Mario son sus principales motores y cada entrenamiento es como un paso hacia el futuro profesional que anhelan.