Longoria sella en 18 minutos su pase

La mexicana Paola Longoria sigue sin ceder un solo set y este martes se instaló en octavos de final en individuales de Ráquetbol en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

La potosina no vaciló en su partido y se hizo notar como seria aspirante a retener la corona continental, tras aplastar a la colombiana Mariana Paredes por 15-1 y 15-1 en 18 minutos de juego en el Centro de Exposiciones.

Samantha Salas también cumplió con su compromiso ante la boliviana Adriana Rivero, el primer set se lo agenció en nueve minutos por 15-3 y selló su pase a la siguiente ronda con un 15-1 que le requirió de 12 minutos.

En el dobles, Samantha junto con Longoria volverá a entrar en acción hoy para el dobles y defender el primer lugar el que ostentan de Guadalajara 2011, cuando enfrenten a Ángela Grisar y Carla Muñoz de Chile.

Disfruta cada partido

La mexicana Paola Longoria solo disfruta cada partido en busca de sumar para estar en la final, sin obsesionarse, pero su objetivo es seguir en el camino del éxito en el Ráquetbol. “Vamos poco a poco, cada rival tiene su complejidad”, dijo.

Pero Longoria, quien ocupa un sitio de honor en la delegación mexicana al ser la portadora de la bandera nacional, se muestra amable, sonríe y en cada paso que da muestra la seguridad que la acompaña en cada partido.

Con el duelo de este martes, la mexicana marcha invicta; ha dejado en la cancha a la colombiana Cristina Amaya y a la guatemalteca María Rodríguez. “Con todas he tenido situaciones diferentes, cada uno tiene un juego y yo sólo buscó disfrutarlos”, comentó.

“No hay tiempo para entrar a la cancha sin la misión de ganar, no pensar en el oro, pero si ir por ello”, afirmó la jugadora, quien la víspera festejó su cumpleaños. Longoria López sabe que es la rival a vencer y si ha ganado tres juegos para seguir con vida en la competición panamericana, también reconoce que cuando se hace la humildad de lado, se pierde todo, “por eso trato de ser accesible y reconocer cuando hay alguien mejor”.

Relató que la confianza no tiene cabida en su diccionario, cuenta con la seguridad de que todas las rivales van en busca de un mismo objetivo, por eso cuando se tiene a la jugadora enfrente, “sólo debo pensar en disfrutar y luego pensar en el oro”.

Hace cuatro años en Guadalajara 2001, la mexicana se alzó como la reina del Ráquetbol y ahora ha llegado a Toronto con la encomienda de refrendar su calibre de la mejor del mundo.