La vida del boxeador lleva intrínseco mucho sacrifico, esfuerzo y dedicación, y si se habla de la rama femenil mucho más, máxime aún si es en Chiapas.
Este es el caso de Margarita Dionisio Alvarado, boxeadora de la costa chiapaneca que continúa en su búsqueda de conseguir algo importante dentro del deporte de sus amores.
Luego de haber dejado el sector amateur, en donde vivió complicadas y gratas experiencias, específicamente en las competencias juveniles y estudiantiles, la nacida en el municipio de Arriaga, mantiene su firmeza para -como profesional- obtener un título que la enmarque en la historia del Boxeo chiapaneco.
“Esperamos consolidar una buena carrera, a mi lado tengo a Fernando Alvarado, un gran entrenador que ya sabe lo que es estar en mi lugar, y eso brinda confianza, porque es alguien que te puede dar consejos porque ya sabe lo que es estar sobre el ring”, expone la pugilista mediante las redes sociales, en una entrevista concedida para José Manuel Coutiño, promotor chiapaneco que durante esta cuarentena ha logrado entrevistar a grandes figuras y promesas del deporte de las “orejas de coliflor”.
Además de ello, Margarita también reconoce que: “todo se comienza desde abajo, y vamos a escalar, tenemos que dar mucho. Tenemos que meternos de lleno en esto del Box y conseguir un campeonato. Sabemos que todo cuesta, y si tenemos el hambre necesaria vamos a ir detrás de el”.
Los cuatro años que duró en el sector amateur, le permitieron tener el conocimiento necesario de lo que un boxeador jamás debe de perder, el hambre de triunfo que ella menciona, pues en el tiempo que estuvo en dicha sector, tuvo que soportar cambios en las edades para poder competir, hecho que en muchas ocasiones le impidió ser parte de procesos eliminatorios.
Margarita Dionisio Alvarado debió presentarse oficialmente en el mundo del profesionalismo el pasado 31 de enero, ya se encontraba anunciada para ser parte de la papeleta que en dicha fecha se presentaría en el Deportivo Roma, circunstancias ajenas a ella se lo impidieron.
Ahora mismo se encuentra entrenando fuerte desde su casa para que cuando pueda regresar a los encordados, brindarse al máximo.