Marinero, histórico del Atletismo chiapaneco

Considerado como el mejor maratonista de la entidad en la década de los 90, Juan José Marinero Méndez, cuenta con nostalgia y orgullo sus vivencias.

Triunfador en un sinnúmero de carreras de fondo en Chiapas y diferentes partes del país, destaca algunos momentos como el título de campeón en la prestigiada Maratón de Mérida, además de otros hitos como haber cruzado la meta del Medio Maratón Rotter Coatzacoalcos 92 por delante de Salvador García y Dionicio Cerón, seleccionados para los Juegos Olímpicos de Barcelona.

El corredor, quien formó parte del famoso equipo Aztecas de Joe Torres, comparte con “Cuarto Poder” sus humildes inicios en el antiguo CREA (hoy Indeporte) y su pista de arcilla, que eran prácticamente su casa, donde entrenaba a diario bajo el sol o la lluvia, siempre con mucha disciplina y listo para competir contra los mejores de su generación.

Presente sin límites

Hasta la fecha —cuenta— “no he experimentado la preparación que llevan atletas profesionales, quienes realizan campamentos de altura con los mejores entrenadores y tienen apoyos económicos”. Sin embargo, eso tampoco le ha marcado un límite o le ha impedido codearse en su momento con los atletas de la élite.

Con sus propios medios, pasando carencias y en ocasiones con la ayuda de algunos amigos y patrocinadores, encontró las formas para alcanzar resultados que le dan enorme satisfacción, como el colocar uno de sus tiempos (2:16.10) entre las 50 mejores marcas para carreras de ruta en México, un ejemplo que quiere permear en los jóvenes para que crean en su talento, al igual que en los veteranos, para que no se den por vencidos o piensen que ya son demasiado mayores para competir.

“Juan José Marinero nació de la nada. Con mi hermano, andábamos los tenis desgastados y cuando mirábamos unos tenis con una suela buena yo los reparaba, porque no teníamos patrocinadores”, agrega. “Los mejores atletas venimos de la pobreza, pero gracias a Dios que no nos abandona y con esfuerzo y sacrificio, el día de mañana nos da honores”.

Juan José, ¿cómo se inició en el Atletismo?

Nació de la nada, porque realmente nadie me dijo “métete a correr”, porque como desde niños todos tenemos la visión de jugar Futbol, pero iba yo a los campos de Caña Hueca y me daba cuenta que no me metían, entonces dije “no tiene caso” y comencé a correr solito. Me fue gustando poco a poco, lo dejaba y volvía. Pero mi pasatiempo era que me iba a bailar a las tardeadas en San Remo y de ahí salir a entrenar.  

 ¿Cuántos años lleva practicando el Atletismo?

Inicié desde los 13 años más o menos. Lo dejaba y volvía, pero hubo un tiempo que empecé a agarrar la disciplina y ahora estoy vivo gracias a Dios, llegué a los 50 años, soy un “master”, una persona fogueada, con mucha experiencia y sigo adelante.

 ¿Qué es lo que más le gusta de su deporte?

En el momento en que voy a enfrentar una competencia, con diferentes corredores mexicanos o de otros países, me siento contento y digo “gracias a Dios, aquí voy a dar todo lo que yo tenga”, y siempre va nuestro Padre Celestial adelante.

 Finalmente, ¿qué mensaje le gustaría transmitir con su ejemplo?

En primer lugar, para todos aquellos jóvenes que están empezando en el Atletismo, muchos lo agarramos como un juego, pero quiero decirles que así como emprenden una escuela, cuando terminan su secundaria, preparatoria o universidad, el Atletismo es igual, tiene sus ventajas y desventajas. Muchos lo dejan por “equis” cosa, pero nada es imposible. Si les gusta, pueden conseguir lo que quieran el día de mañana, siempre y cuando les guste.

Como segundo punto, deben buscar una persona que los prepare, que no los lesione, que no los canse, que les de motivación, porque los atletas también se protegen, se les da consejos de todo corazón, no solo se les manda a hacer esto y se les descuida. Los jóvenes tienen mucho talento dormido, pero a veces no encuentran la persona adecuada que los impulse.

Para los señores grandes, ellos ya pasaron su prueba y ya están adentro. Que no digan que no pueden por la edad, porque no es cierto, no saben que están en su punto, los huesos están más sólidos y tienen más experiencia. Pueden juntarse hasta con los jóvenes para que les proyectan energías positivas y la persona mayor les proyecta experiencia; entonces hacemos un equipo y los dos ganamos.