La hacen de emoción; igualan 0 - 0 en la ida

Chivas sale vivo del Volcán al igualar sin goles en el partido de ida de la final del futbol mexicano disputado en el Estadio Universitario, en Monterrey, Nuevo León.

La afición felina se hizo notar en las gradas del Estadio Universitario antes que comenzara a correr el balón, pues previo a que se entonara el Himno Nacional y se extendiera la Bandera de México, aparecieron algunas mantas gigantes con la leyenda “Fuerza, garra y corazón” y otra “Aguerrido es corazón” en las laterales del Volcán.

Ya en el campo de juego fue un encuentro con pocas aproximaciones, apagado.

El Rebaño Sagrado salió al campo de juego con un planteamiento defensivo a la espera de los felinos que no pudieron romper la férrea zaga sagrada.

La jugada más peligrosa durante los primeros 45 minutos fue un error del “Pollo” Briseño, quien en su intento de despeje mandó la pelota al travesaño de Miguel Jiménez, a milímetros de meter autogol.

Segunda mitad

Para el complemento, Tigres saltó al campo de juego con la firme idea de hacer pesar la localía.

Con un ritmo más intenso, los felinos volcados pero sin tener profundidad, los pocos intentos se fueron arriba o a un costado del arco del chiverío.

Una final de pocas emociones, los técnicos ajustaron en mediocampo, movimientos que solo fueron para anular a los jugadores dentro del terreno de juego.

Así transcurrieron los 90 minutos con el grito de gol ahogado en la afición de Tigres y Chivas.

La final del vuelta se disputará en el Estadio Akron, el próximo domingo en punto de las 19:35 horas.

Gignac le grita al árbitro

André-Pierre Gignac puede presumir que nunca ha sido expulsado, ni con su fuerte carácter en la cancha ha visto la tarjeta roja y el francés lo sabe y trata de cuidarlo.

Todo esto viene por el tremendo grito que le pegó en el Volcán a Fernando Guerrero, el árbitro central del partido de ida ante las Chivas.

En la polémica jugada en la que el “Pollo” Briseño casi mete autogol, en un balón que terminó estrellándose en el travesaño del arco de Miguel Jiménez, el atacante ya naturalizado mexicano alegó una falta de Alan Mozo sobre él dentro del área.

“El Cantante” estaba cerca de la acción e indicó que no había falta, lo que hizo enfurecer a Gignac.

El galo le reclamó al silbante con un tremendo grito, situación que no pasó a más ni ameritó tarjeta, lo que a muchos pone a pensar que André es “intocable”.