Nuevas experiencias, logros, alegrías y aprendizajes a través del balón conforman la particular historia de Mónica Sánchez, futbolista originaria de El Parral, Chiapas, y quien hace unos años trascendió a nivel mundial gracias al documental “The Beautiful Game”, en Netflix.
Hoy, a las puertas de cumplir tres décadas de vida, la bajita jugadora —mide 1.55 metros— se dedica al entrenamiento deportivo para adultos y es además entrenadora infantil de Futbol, si bien se graduó como licenciada en Desarrollo Humano, carrera mediante la cual —afirma— busca ayudar a más personas a superarse como ella lo ha hecho.
En entrevista para “Cuarto Poder”, la campeona mundial con México en Street Soccer (2018) recordó lo vivido junto a personas con historias de vida difíciles, algunas en situación de calle, con problemas familiares graves o que fueron víctimas de las drogas.
Mónica, ¿cómo empezaste en el Street Soccer?
Lo conocí en 2012. Me invitaron a un nacional porque no tenían portera. No sabía de qué trataba, me enseñaron las reglas tal cual. Al conocer las canchas, nada que ver con el Fut 7, el Soccer o el Bardas, pero desde que lo empecé a jugar le dio un cambio drástico a mi forma de pensar porque no solamente es Futbol sino que hay testimonios de vida, tiene un objetivo.
El Street Soccer es para ayudar a las personas a que tengan un cambio de vida. En ese momento yo estaba pasando una etapa de mi vida que no sabía qué quería, no sabía qué iba a ser de mí, qué iba a pasar, porque siempre me ha gustado el Futbol y hubo un tiempo en el que ya no entraba en planes para la selección Chiapas por la edad, y como venía de un pueblo, no sabía qué había más allá.
¿Antes jugabas solamente Futbol Soccer?
Sí. De hecho, no conocía el Fut 7. Cuando me vine a vivir a Tuxtla fue porque quería jugar Futbol. Fue en el 2009 que conocí a la selección Chiapas y en ese tiempo había demasiadas niñas muy buenas, que ya traían entrenamientos desde infantiles, y yo venía de un municipio donde nada más jugaba con niños porque no había niñas que jugaran en ese tiempo —te estoy hablando de 2006, 2007—, pero a mí sí me gustaba y como veía a la selección mexicana, yo decía que quería jugar Futbol así como hay niñas en otros países.
¿En qué posición destacabas más?
Cuando fui a las visorías jugaba de contención o delantera, pero en el primer año que fui seleccionada no lo hice tan mal, pero tampoco muy bien. Al siguiente año, que fui a un regional, se lesionó la portera, que en ese tiempo ya vivía en la Villa Juvenil. Busqué al gobernador Juan Sabines para que me dejaran estar ahí. Entonces, el entrenador me vio cualidades y me dejó en la portería y sí me gustó. No le tengo miedo a la pelota, aunque no tenía la técnica.
¿Qué es lo que más te gusta de jugar como portera?
Siento que es una posición muy padre porque no todas la juegan y la determinación para un partido es ahí. Además, siento que volar era mi fuerte; aventarme y agarrar la pelota.
No tuve tantas oportunidades de trascender a una selección mexicana, por la estatura, y me acuerdo que fui a unas visorías con Blanca Solís (jugadora Juárez FC) y estaba compitiendo con Cecilia Santiago, con Alejandría Godínez y otra jugadora que venía de España. Jugábamos en ALZ y en la selección de Talentos Chiapas. Me acuerdo que Leonardo Cuéllar se acercó y me dijo que tenía muchas cualidades, pero por mi estatura no me podía elegir, porque al enfrentarme con las españolas o alemanas me iban a ganar todas (las pelotas). Me explicó el porqué, me felicitó y me dijo que siguiera adelante, buscando en Futbol 7 o Futbol Playa.
¿Buscaste en algún momento llegar a jugar profesionalmente en Liga MX?
Cuando regresé del Mundial en 2018 venía con un físico bueno, aguantaba los entrenamientos fuertes. Porque cuando estuvimos concentrados con la selección de Street Soccer en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) hubo oportunidad con dos equipos, Cruz Azul y Juárez FC, con un profe que nos había dicho que ya estábamos dentro, pero de pago era muy poquito, eran 6 mil pesos mensuales, pero te tenías que pagar la escuela, transporte, alimentación y no convenía en ese tiempo.
Mónica, de todo este tiempo que llevas jugando, ¿qué es lo que más atesoras?
Siento que cumplí parte de mi sueño al ser seleccionada nacional de Street Soccer. Entrené en el Centro de Alto Rendimiento, fue una experiencia muy bonita, como la soñé, y cuando fue el Mundial había muchas personas que pedían autógrafos, entrevistas, fotos por aquí y por allá, sonaba mi nombre, llegué a la televisión, a la plataforma de Netflix, fui a Roma, a Portugal, conocí el estadio Santiago Bernabéu… Entonces, creo que cumplí parte de mi sueño.
Finalmente, ¿qué les dirías a las niñas a las que les gustaría dedicarse a jugar Futbol como tú?
Pues que no se rindan a la primera. Si no llegan a ser profesionales en la Liga MX, hay muchos otros en los que podrían competir. Hay muchas modalidades del Futbol y siento que hay que ser persistentes, enfocarse en lo que uno quiere, no dejar de soñar y cumplir nuestros objetivos.