La visita de la Nascar México Series al Súper Óvalo Potosino resultó una difícil prueba para José Luis Ramírez, quien a pesar de un gran trabajo previo a la carrera, tuvo que abandonar la competencia debido a un contacto que lo obligó entrar a “pits” sin poder regresar a pista.

Las expectativas del volante a bordo de su auto 08 del equipo Ramírez Racing eran altas, ya que los ritmos que había colocado tanto en las prácticas como en la calificación eran buenos y llenaban de ilusión a todos los integrantes del equipo.

El auto de Prestoflam calificó en la posición 11 general, a tan solo 0.307, del mejor tiempo. El horizonte se mostraba claro y el objetivo era ir escalando posiciones de manera inteligente a lo largo de la carrera.

Pero la competencia no facilitó las cosas. Las constantes banderas amarillas cortaron el ritmo a los corredores y los contactos empezaron a aparecer con mayor recurrencia en la pista potosina. Para el término del primer “stage”, Ramírez se encontraba cerca del Top 10, pero el rendimiento no era el óptimo, por lo que decidió entrar a “pits” a hacer ajustes, con la intención de tener un cierre agresivo y lograr un buen resultado.

Sin embargo, para mala fortuna del capitalino, solo unos giros después de la bandera amarilla de competencia, se vió involucrado en un incidente en el que no pudo evitar un alcance con otro piloto, por lo que entró a “pits” a confirmar el fuerte daño en el sistema de enfriamiento.

“Es una lástima lo que pasó, estábamos haciendo una buena carrera y, justo cuando nos preparábamos para atacar por los primeros lugares, se viene el contacto y el daño fue significativo. Por seguridad tuvimos que abandonar. Pero ya es hora de darle la vuelta y centrarnos en la carrera de Chiapas, una de mis pistas favoritas y donde confío en que tendremos un mejor resultado”, dijo Ramírez.

El siguiente compromiso para Ramírez Racing será los próximos 13 y 14 de abril, precisamente en el Súper Óvalo Chiapas.