Real Zebadúa y Tiburones Bochil protagonizaron la gran final del Campeonato de Futbol denominado Liga Sabatina, realizado por la Copa Santos Tuxtla. Aunque el marcador finalizó 6-4 a favor de los ahora bicampeones, en la cancha de Territorio Santos Tuxtla las cosas no fueron tan parejas, pues los vencedores dominaron prácticamente todo el compromiso.
Apenas en el primer minuto de las acciones, Jonathan Barrios aprovechó una serie de rebotes para quedar frente al arco. El artillero chiapaneco no dudó y con un zapatazo mandó a guardar la de gajos al fondo de la red. Con el 1-0 a favor, el cuadro que añoraba conseguir su segundo título consecutivo se adueñó de las oportunidades y comenzó a atacar cada vez más.
A pesar de los múltiples intentos para aumentar la diferencia, el guardameta de Tiburones lo impidió con una gran actuación bajo los tres palos. Emilio González fue la figura de la primera parte al evitar un total de cinco goles gracias a sus buenos reflejos. Gabriel Cañaveral empató los cartones (1-1) ante la sorpresa de todos los espectadores, ya que el juego era controlado por Zebadúa.
Antes de llegar al descanso, Fila Hernández volvió a poner todo en orden pues devolvió la ventaja (2-1) a los —hasta entonces— favoritos. En la charla técnica, los estrategas pidieron a sus jugadores mayor presión para poder mantener el control de la redonda. Lo anterior se vio reflejado en los primeros minutos del segundo lapso, pues las entradas se volvieron más ríspidas al intentar quedarse con la de gajos.
Poco a poco la balanza se inclinó hacia un lado. Con goles de Jonathan Barrios, Kevin Álvarez y Eduardo Mendoza, la diferencia comenzó a hacerse más grande y el tiempo más corto como para pensar en una remontada espectacular. Los de Bochil anotaron en una ocasión más a través de Manuel Carbajal y el marcador dictaminaba 5-2 a seis minutos de concluir el juego.
Con la ventaja obtenida, Real Zebadúa comenzó a hacer cambios y perdió el planteamiento que anteriormente tenía, por lo que fue ahí cuando el rival aprovechó y marcó dos dianas más que fueron anotadas por Josafat García y David Vázquez para acercarse en la pizarra. A solo segundos de terminar, José Domínguez —recién ingresado— envío una joya de servicio a Erick Ramos, quien mediante una genialidad marcó un golazo de chilena.
El árbitro no dio tiempo para más y decretó el final de las actividades con un 6-4 en el tablero. Con dicho marcador, Real Zebadúa consiguió el bicampeonato de la Liga Sabatina. Eduardo González, presidente del torneo, fue el encargado de entregar este nuevo título a los ganadores así como su respectivo monto económico durante la ceremonia de premiación.