Fotografías, documentos históricos y anécdotas con un toque de nostalgia fueron traídos al presente por exjugadores, promotores y entrenadores de la época dorada del Futbol tuxtleco, en ocasión a la próxima celebración de los 50 años de creación del Estadio Flor del Sospó, promovido por el entonces gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Suárez.
Jorge Cuesta en representación del Club Deportivo Municipal, destacó la historia que encierra este escenario, inaugurado el 1 de noviembre de 1972, fecha que dijo es memorable para la gran comunidad de futbolistas amateurs de la capital.
El Estadio Flor del Sospó, enclavado entre los Barrios de Colón y Niño de Atocha —destacó— ha sido sede desde torneos de barrios, hasta partidos internacionales contra representaciones de Tanzania y Liberia, o incluso de clubes profesionales que llegaron a disputar ahí amistosos, como el desaparecido Guerreros del Atlético Chiapas, el Comunicaciones de Guatemala, e incluso el Atlético Español de Benito Pardo.
“La intención es que no pasen desapercibidos estos 50 años de historia; en ese campo se han formado muchos futbolistas”, comentó Cuesta sobre esta reunión con otros contemporáneos.
Mencionó que de este escenario surgieron los primeros clubes profesionales de Tuxtla Gutiérrez y fue aquí donde Chiapas ganó el nacional de los Institutos de la Juventud.
Por su parte, Fernando Pérez recordó las gestiones que junto a otras 12 personas se realizaron en abril de 1972, a petición de Antonio Gordillo Ochoa, ante la necesidad de mudarse del campo del Icach (hoy Escuela Secundaria del Estado).
En aquel entonces —expuso— fueron a buscar al Gobernador Velasco Suárez a las instalaciones de la Secretaría de Educación y con la intermediación de Alfredo Ovilla Martínez le pidieron el campo ubicado en la colonia Niño de Atocha, el cual era un basurero y lugar para el paso de ganado.
Tras la espera de varias semanas, empezó la obra y el campo quedó listo para el 1 de noviembre, con un graderío del lado poniente, barda en el extremo sur, alambrado del lado norte y campo empastado, con un arroyo corriendo por un costado, donde alguna que otra ocasión fueron a caer jugadores en la batalla por disputar la pelota pegado a la banda.
El estadio —aclaró— recibió el nombre de Flor del Sospó porque esas flores abundaban en la zona, mientras que el primer partido en su historia lo disputaron los equipos del Cruz Azul —campeón de la Temporada 2021-2022— y el Club Deportivo Municipal, siendo el primer anotador Gilberto Valencia, en la victoria de estos últimos por 2 a 1.
Óscar Martínez, quien anotó el gol del Cruz Azul en ese encuentro, estuvo presente para recordar el lleno que se presentó en el graderío, en tanto que Jacinto Maza, quién fue director técnico de diferentes clubes de la época de oro, añadió que en ese campo tuvieron grandes momentos y únicos como aquel juego contra la selección de Tanzania, que vino a dar cátedra de juego.
“En el Sospó jugamos contra Tanzania, pero a la gente no les gustó, nos metieron una goliza, el público los agarró a pedradas y tuvimos que ir a escondernos donde ahora son las oficinas”, añadió, entre otros aspectos curiosos del inmueble.
Finalmente, otro exjugador presente, Roger Ruiz Gutiérrez, recordó los gratos momentos que se vivieron y el sudor que dejó en el “Sospó” e hizo un llamado a sus administradores y autoridades para arreglarlo, pues hoy está en malas condiciones.