Saúl Álvarez no es el único boxeador mexicano que ha tenido problemas recientes con la promotora Golden Boy Promotions. Ahora se suma Rey Vargas.
El campeón invicto supergallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) sostiene que ha terminado contrato con la compañía propiedad de Óscar de la Hoya y que no fue en los mejores términos, tal y como cuando el “Canelo” lo llamo desleal, previo a su combate ante el ruso Sergey Kovalev.
“Es el problema eterno que ha tenido el Boxeo con los promotores. Si te ofrecen 10 pesos (por una pelea), la promotora quiere seis, no es justo. En mi caso, porque soy campeón, invicto y he hecho cinco defensas exitosas de mi título, no me pagan acorde a lo que se está generando”, sostiene.
Vargas dice que rompió con Golden Boy Promotions, que hasta este año fue su promotora. Ahora dice que es agente libre. “Ofertas he tenido y estoy buscando una en la que me paguen lo que es justo”, añade.
En la búsqueda de una nueva empresa que lo represente, Vargas también se enfrenta a un dopaje por clembuterol, junto al peso mosca Julio César Martínez.
Ninguno de los dos serán sancionados, de acuerdo con las declaraciones de Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, porque la sustancia que se encontró en sus cuerpos es mínima y no supera los límites de la Agencia Mundial Antidopaje.
Para el campeón supergallo la situación no es tan crítica, debido a que está en un periodo de descanso, no así para Martínez.