Ricardo Peláez se va de Cruz Azul
Peláez llegó desde temprano, se despidió del plantel, cocineros, trabajadores y administradores, y partió sin voltear atrás. Agencias

Muy al estilo Cruz Azul, Ricardo Peláez salió “escondido” de La Noria. La dirección de comunicación cementera le dio el acceso a los medios, reporteros, camarógrafos y fotógrafos, para que ya no capturaran imágenes en las puertas de La Noria —como en la llegada de Robert Dante Siboldi—.

Fue así que Peláez se retiró de las instalaciones del club, fuera de la atención, contrario a la llegada de Siboldi. Literalmente, Peláez salió por la puerta de atrás del Cruz Azul.

El exdelantero llegó desde temprano, se despidió del plantel, cocineros, trabajadores y administradores y partió sin voltear atrás.

Protesta

Por otro lado, aunque la molestia sigue presente entre la afición del Cruz Azul, el sentimiento de decepción es el que abunda. Antes, cuando la polémica se hacía presente en las entrañas del club, las afueras de La Noria se abarrotaban de seguidores que manifestaban su malestar.

Hoy, la directiva tocó fondo. Poco más de 20 aficionados se asomaron, con carteles que, en poco tiempo, han pasado de exigencias a lamentos, resultado de la actualidad del equipo.

“Nos chingaste, Garcés”, se leía en un cartel. “Ya nos la Peláez”, en otro con obvia referencia. Pero las palabras de los presentes definieron el ambiente.

“Es increíble cómo pasan por alto la historia de un club y lo pisotean como si fuera cualquier cosa. Lo tratan como un negocio y hasta para eso son idiotas”, dijo Álvaro, de 18 años.

Algunos otros presentaron algunos desplegados en mantas. El más grande decía “Orgullo Obrero”, irónico si se toma en cuenta que, durante la conferencia de su presentación, Robert Dante Siboldi consideró que la afición de Cruz Azul carece de orgullo.