Samurái Ogawa, de polonia a EFA Chiapas

La Extreme Fight Academy (EFA) Chiapas se vistió de gala para dar la bienvenida al soke japonés Masanori Ogawa, quien desde la sede del Dojo Shirasagiryu Shuntokai, en Varsovia, Polonia, transmitió parte de los secretos de la cultura samurái de la cual es heredero.

El especialista en el manejo de la espada, nacido en Japón y que continúa la línea de sus abuelos y padres, quienes le transmitieron la tradición del arte samurái, charló con el maestro Adán Castillejos Gallegos, director de la EFA Chiapas, sobre puntos básicos del uso de la katana (espada), además de otras técnicas como el Jiu Jitsu, entre otros aspectos de la tradición cultural como el sigín (canto de antiguos poemas japoneses sobre grandes batallas, generales, samuráis y emperadores).

En compañía de su esposa Anna y dos de sus estudiantes más avanzados, el maestro japonés se conectó desde Europa para compartir sus conocimientos y la cultura que distinguió a estos guerreros siglos atrás.

Ogawa, de apenas 40 años de edad, precisó que los samuráis no solo estaban dedicados a pelear, sin embargo, destacó la importancia del manejo del sable con ambos brazos, pues en épocas antiguas eran comunes los combates y para vencer a sus enemigos tenían que dominar la espada.

“Todas las armas debes saber manejarlas con ambas manos”, destacó el maestro japonés para los seguidores de la EFA Chiapas.

Por ello, en su escuela, el soke instruye a sus alumnos para que practiquen constantemente ejercicios repetitivos a mano cambiada, utilizando un espejo para ver los movimientos de manera opuesta.

Detalló que en una clase normal no se hace un calentamiento previo como se estila en otras Artes Marciales, pues en la tradición samurái no existía tiempo de entrar en calor antes de un combate.

En este sentido, explicó que el entrenamiento consiste en katas que se van puliendo, si bien en su caso la habilidad y la precisión como samuái vienen desde su linaje, además de que la técnica la ha ido refinando cada día.

Como maestro, destacó también la parte espiritual, pues cuando enseña se transforma en un samurái, el entrenamiento se vuelve muy fuerte y pide a sus alumnos seguirlo en sus movimientos sin cuestionarlo, lo cual —dijo— es la clave para pulir el aspecto mental y que sus pupilos aprendan a autocontrolarse, dominar sus deseos y el arte, lo cual se traduce en la manera en que se ha enseñado por generaciones.

“Cópienme, estoy aquí para mostrarles algo y si quieren ser igual a mí, solo síganme, así es como enseñamos en Japón”, sentenció en maestro. Es importante precisar que la participación del soke Masanori Ogawa fue posible gracias a dos intérpretes: primero su esposa, quien tradujo del japonés al inglés, y un alumno de la EFA, del inglés al español.