Siete años del “vuelo” de los Jaguares

Argumentando factores externos que repercutían en lo económico, un día como hoy —pero hace siete años— la franquicia de Jaguares de Chiapas “voló” rumbo a la ciudad de Querétaro, dejando para siempre la plaza de Tuxtla Gutiérrez, a la que llegó en 2002 y donde se mantuvo por 11 años.

Gallos Blancos, franquicia que deportivamente había descendido en aquella temporada, rompió el “fairplay” pagando para mantenerse en la primera división, gracias a que la empresa Oceanografía, propiedad de Amado Omar Yáñez, dueño del Querétaro, hizo la compra de la franquicia de Chiapas.

Pese a que también se mencionó el tema de la multipropiedad como un factor que no debió permitir la compraventa (Amado Yáñez era también inversionista de la franquicia de Neza, en el Ascenso MX), el movimiento contó con el aval de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), pactando de manera inmediata el cambio de sede a la entidad queretana.

Al dar a conocer la sorpresiva noticia, Jaguares explicó que los objetivos marcados por Grupo Interticket, propietario mayoritario, y Grupo Salinas, no se cumplieron por “factores externos que repercuten en lo económico”, tales como la falta de patrocinios a nivel local y nacional, así como la baja asistencia de la afición al estadio.

Así, oficialmente, Querétaro solo estuvo descendido por 16 días, tras hacerse oficial el anuncio de la llegada de la franquicia de Jaguares a la ciudad, incluyendo en su transformación un toque naranja en su escudo y en el uniforme, en referencia a su origen, por lo que algunos fanáticos burlonamente los nombraron por un tiempo “Jagallos” de Querétaro.

¿Faltaba afición?

Si bien, Interticket y Grupo Salinas manejaron con relativo éxito por tres años al club chiapaneco, calificando a tres Liguillas, jugando la Copa Libertadores de América y concretando la venta de jugadores como Danilinho, Jorge “Burrito” Hernández o Jackson Martínez, uno de los principales argumentos esgrimidos fue la baja asistencia de público, que en su última temporada contabilizó 210 mil espectadores, la penúltima cifra más baja en la Liga MX.

Sin embargo, desde que surgieron los rumores sobre la posible partida y pocas horas después del anuncio oficial, cientos de seguidores ya habían organizado hasta marchas en la ciudad para exigir no se hiciera la venta.

Cuarta transformación

Como se recordará, Jaguares era originalmente la franquicia de Irapuato, que luego pasó a la ciudad de Veracruz como activo del Grupo Pegaso, pero al ascender a primera división, el equipo propiedad del empresario Alejandro Burillo fue enviado a Chiapas en junio de 2002.

Desde entonces, el club pasó por diferentes dueños sin cambiar de sede. El que más tiempo duró fue el empresario Antonio Leonardo Castañón, propietario de la cadena Farmacias del Ahorro, hasta que el club fue vendido a Grupo Salinas en 2010.

Casualmente, este mismo mes de mayo en que se cumplen 7 años de su partida, se dio también el anuncio de su llegada y aparición en el Futbol profesional de primera división en Chiapas. De haber continuado en la entidad, habría llegado a la mayoría de edad, con 18 años desde su llegada a Chiapas.