Profunda tristeza causó en Súper Comando haber perdido la máscara en Infierno en el Ring a manos de The Panther, pues le falló a su familia, pero está satisfecho por su accionar sobre dentro de la jaula aunque sin saber qué será de su futuro.
Súper Comando y el hijo del Maestro Lagunero quedaron dentro de la jaula tras una campal en la que iniciaron 12 luchadores, por lo que debieron disputar una caída y el primero fue superado con el “nudo lagunero” para revelar su identidad: Gustavo Torres, de 34 años de edad.
“No tengo idea qué pasará, esto es un golpe durísimo, no me lo esperé en ningún momento, no tengo idea, creo que voy a tomar tiempo para reflexionar”, dijo, al agradecer la compañía de su papá en cada función, pero hoy “le fallé, le fallé”.
Aseguró que no se guardó nada en la batalla pero “no me alcanzó, me duele haberle fallado a mi familia. Arriesgué de más, desde el inicio buscaba duelo directo con él, en el mano a mano di todo lo que tenía, no me aguardé nada, él fue mejor, tengo que reconocerlo”.
Se mostró satisfecho de haber estado en una lucha estelar de viernes en la Arena México, pero lo complicado será a partir de su próxima aparición, luego de que “arriesgué mucho, no me cabe en la cabeza que la próxima vez que suba al ring será sin máscara”.
A punto de llanto, expuso que nunca había fallado en la aplicación de la “bazooka”, la llave de sus grandes triunfos y que no pudo concretar sobre The Panther, además de criticar que el vencedor se haya acercado a darle la mano al final de la velada.
“Mi papá refirió que tenía que ser profesional, lo reconocí (al rival) y le entregué la máscara, pero ¿pretende ser mi amigo después de quitarme la máscara?”, indicó.
Enfatizó que “cómo cree que le voy a dar la mano al que me está quitando media vida, soy un profesional, reconocí mi derrota y entregué la máscara, que no espere más”.