En el marco de las celebraciones por sus 30 años, el Centro Nacional de las Artes (Cenart) presentó la obra Variaciones Schrödinger, del director César Chagolla, quien declaró que está inspirada en el caso de una desaparición forzada en Michoacán que tiene más de 10 años, y los cuestionamientos de cómo abordar la problemática desde lo dramatúrgico, lo que posteriormente devino en la concepción y construcción de la pieza teatral.

Consideró que si bien la desaparición forzada en México es una crisis que todos conocemos, abordar el tema desde el teatro sí genera un rechazo y ha limitado a los públicos y su interés por adentrarse en la puesta en escena: “Es gente que tiene prejuicios alrededor del tema, que no está tan cercana, quienes cuestionan mucho el por qué se aborda este tema”.

Aseguró que este trabajo abona a romper los prejuicios alrededor de las desapariciones forzadas. “Hay una resistencia a desvincular los prejuicios alrededor del tema: ‘la desaparición solo sucede con personas vinculadas con el crimen, con el narcotráfico, o a ciertos sectores sociales y bajo ciertas circunstancias que a mí ni me competen ni me interesan’ y la obra ayuda a desmitificar eso”, mencionó Chagolla.

Con respecto a la escenografía, que a primera lectura parece sencilla y poco pensada, Chagolla señaló que esta es intencional, pues desde la dirección el objetivo es poner el énfasis en el lugar adecuado. “La obra recurre a una estética minimalista que nos ayuda a eso, a usar solo los elementos indispensables para que se ponga la importancia en donde tiene que estar”, indica.

“Me resultó importante quitarle todos los artificios posibles para que entonces como espectadores podamos centrarnos en el proceso emotivo que van viviendo los personajes sin cosas que nos distraigan, endulcen o maquillen el dolor por el que están pasando los personajes”, añade.

Asimismo, apunta que la sinergia lograda con los actores se dio a partir de una coincidencia en el tipo de teatro y de discursos que aborda cada uno: “La mayoría de quienes conformamos la puesta en escena estamos muy comprometidos con las causas sociales y compartimos la creencia de que el teatro debe abordarlas y confrontarlas, lo que nos ha hecho estar en el mismo canal”.

Precisó que si bien la obra no puede implicar un proceso terapéutico para quien sufre la desaparición forzada, sí genera un proceso de acompañamiento y de empatía para con las víctimas.