Durante alguna jornada nocturna, Adriana Paz manejó un convoy del Metro, uno de los principales transportes públicos de la Ciudad de México.

La actriz, reciente ganadora del premio a Interpretación Femenina en Cannes por su trabajo en la cinta Emilia Pérez, fue conductora de uno de los trenes naranja como parte de un nuevo personaje.

Adriana, quien también protagoniza Arillo de hombre muerto, en la que interpreta a una trabajadora del metro cuyo esposo desaparece sin dejar rastro, cambiando su vida en sus relaciones con sus hijos y amante, en medio de la investigación que la pone bajo sospecha y revictimiza.

“(La conducción) fue después de que cerraron servicio, me enseñaron cómo se maneja, cómo se frena y obviamente alguien estaba ahí conmigo. No es tan complicado, pero sí se sienten muchos nervios”, recuerda. “La película es el viaje de los que se quedan con un familiar desaparecido, es ver qué pasa con todas esas personas desde el punto de vista de una mujer, es ver qué le pasa a ella.

Arillo de hombre muerto es una producción dirigida por Alejandro Gerber (Vaho), contando con la actuación, entre otros actores, de Noé Hernández (Miss Bala), Gina Morett (Huesera) y Ramón Medina (El Señor de los Cielos). Forma parte de la competencia internacional de la edición 39 del FICG, que arrancó este viernes y concluye el próximo sábado. El festival abrió con el documental del rapero español C. Tangana, Esta ambición desmedida.

“Fue hacer un cine como el que aprendí cuando comencé mi carrera, independiente, de manera guerrera y contando historias duras de nuestro país”, considera la actriz.