“El café en una plegaria al sol” fue el nombre de la charla que el doctor Alejandro Sheseña brindó en el Museo del Café de Chiapas, como parte de un ciclo de conferencias que se llevaron a cabo a principios del mes de junio.
Detallaron que con estas actividades el público conocer diferentes aspectos de la historia en torno al café y la magia espiritual que envuelve a este grano aromático.
En ese sentido, Alejandro Sheseña señaló que “la importancia del café para las comunidades indígenas mayas solo se ha abordado desde el punto de vista económico. Sin embargo, son prácticamente inexistentes los trabajos sobre el lugar del café en la cosmovisión de los pueblos originarios”.
Agregó que en 1999 grabó, en la cueva Joloniel, al rezador chol Miguel Arcos, quien mediante una plegaria solicitó lluvias para las cosechas. Esa plegaria fue traducida al español por Emérito Pérez Ocaña de la siguiente manera: “Padre Dios, mi cuidador, estamos viniendo, padre mío, padre nuestro, padre Juan, padre santo, señor santo”.
Destacó que “para los choles, el padre Juan es una divinidad de aspecto anciano que vive en la cueva de Joloniel. Una divinidad de raíces netamente prehispánicas”.
Apuntó que a principios de los años 30 inició el declive de las fincas cafetaleras en Tumbalá. Sin embargo, una figura clave en el proceso fue el líder agrarista chol Juan Guzmán Sol, quien fue estudiado por José Alejos García a partir de los documentos conservados en el Archivo Municipal y en la tradición oral.
“Juan Guzmán Sol nació a principios del siglo XX, en San Felipe, ranchería de Joloniel. En los primeros años fue peón en la finca cafetalera La Primavera del alemán Enrique Mahr, con quien entró en conflicto debido a su lucha por el reparto agrario. Joloniel colindaba con la finca La Primavera. Los choles lo consideraban un hombre sabio, valiente y un héroe, pues recolectaba dinero para las gestiones en Tuxtla”, refirió.
Asimismo, el investigador acotó que para los finqueros alemanes este personaje se volvió un dolor de cabeza, ya que lo tenían por un hombre “muy astuto y vivo”. Por ello, para desarticular su movimiento lo calumniaban ante los choles tachándolo de mentiroso e incluso de brujo.
“A finales de 1931, el alemán Mahr lo acusó de sublevación y de realizar bailes y reuniones indígenas que desestabilizan el orden.
Como resultado de esta acusación, el 25 de enero de 1932 lo arrestaron y encarcelaron. Sin embargo, al poco tiempo quedó libre y se tiene noticia de que en junio de 1933 se encontraba de nuevo reuniendo dinero para las gestiones agraristas en la vecindad de la finca cafetalera La Primavera. En diciembre de 1932, el gobierno finalmente les otorga tierras a los choles de San Felipe, lugar donde nació Juan Guzmán Sol, reduciendo la extensión de las fincas cafetaleras vecinas”, compartió.