Perder los hábitos cotidianos que nos mantenían en movimiento hizo que, en general, quedarnos en casa se asocie a la idea de tirarse en la cama, ver películas o dormir. Pero realizar actividad física es fundamental para evitar el deterioro de nuestra salud. Por ello siempre es bueno restablecer la convivencia en familia y promover ejercicios prácticos para todos.
Ejercicios y actividades aptas para casa
Una de las buenas opciones que tenemos en casa es hacer nuestros entrenamientos con nuestros hijos, de manera que nos movamos todos y aprovechar para hacerlo como si fuera un juego. Con los más pequeños en casa podemos hacer actividades como:
Bailar en casa.
Practicar competiciones diferentes: quién corre más rápido de un punto de la casa a otro, quién salta más alto, quién mantiene el equilibrio más tiempo.
Tanto si nosotros ya lo practicamos como si no, podemos iniciarnos con los niños en la practica del yoga o pilates.
Incluirlos en nuestro entrenamiento. Hay ejercicios que pueden imitar y otros en los que pueden ayudarnos, como en las flexiones poniéndose encima o en las sentadillas colgados de nuestro cuello.
Jugar en casa
Los juegos en casa, sin poder estar con los amigos, pueden parecer más complicados, pero no son imposibles:
Jugar a la pelota entre nosotros: aunque seguramente preferirían jugar al futbol con sus amigos, pero mientras no puedan, tendrán que conformarse con nosotros. Por ello podemos aprovechar para jugar con ellos al balón.
También tenemos la opción de sacar una cuerda y jugar.
Si hay patio, caminar a una buena velocidad puede ser también un buen ejercicio después de los días metidos en casa.
Entrenamiento de alta intensidad por intervalos: las evidencias encuentran que los ejercicios de HIIT —adaptados— también son beneficiosos para los niños. Lo mejor es que podemos hacerlos en casa.