El reality show Supervivencia al desnudo, que en su versión original estadounidense cuenta con 17 temporadas y se ha emitido desde 2013, llegó para desafiar a participantes mexicanos en la edición que recientemente se desarrolló en la selva colombiana.
“El reto más difícil es la parte mental, la parte emocional, en cuanto a lo físico creo que es algo mucho más superable. Ahora sé de lo que soy capaz después de estar en situaciones tan extremas”, contó Alejandro Pimienta, ingeniero mexicano con formación en técnicas de supervivencia.
En el programa disponible en la plataforma Max, los participantes son despojados durante 21 días de alimentos, refugio y vestimenta y en sus manos está lograr sobrevivir sin estos recursos en la jungla. Esta versión fue filmada en Colombia, donde están expuestos también a depredadores como caimanes, jaguares y otras inclemencias de la naturaleza.
“Tienes que llevar a la mente a acostumbrarse a la lluvia, a la tierra, a estar expuesto, cuando logras eso todo comienza a fluir mucho más rápido. Pero lo que me llevo de este ‘reality’ es la palabra resiliencia, siempre que me hundía lograba salir de alguna manera”, contó Alejandra Gamboa, traductora mexicana apasionada de los deportes extremos.
Para ingresar al programa, ambos participantes tuvieron que enviar una serie de evidencias que la producción del programa avaló. “Siempre me ha interesado el camping, pero no un camping donde llegas con tu camioneta y desciendes con 40 kilos de equipo. No. Me instruí para el camping donde llevo todos los instrumentos en la ropa o en el cuerpo, ese interés es lo que me permitió entrar”, narra Alejandro.
Una vez dentro, todas las cosas para las que ambos participantes se habían preparado se elevaron en dificultad, comenzando por el simple hecho de estar desnudos a la intemperie. “Lo único que hacía era mentalizarme para sobrevivir por ciclos de 24 horas hasta que pasaran los 21 días, así aprendes a soportar las lluvias torrenciales en tu cuerpo o que a veces no encontrábamos recursos para alimentarnos”, describe Alejandra.
“Lo primero que hice al llegar al hotel fue bañarme, acostarme, encendí la tele y puse Supervivencia al desnudo, es irónico, pero así fue, por algo entré, es lo que me apasiona: ver de lo que el ser humano es capaz”, revela Alejandro. Mientras que para Alejandra, el regreso a la realidad fue diferente, ella es una persona que valora la higiene personal y el orden, dos cosas que tuvo que abandonar por 21 días. “Me metí a la regadera, quería atascarme de comida, pero por recomendación médica no pude. Me vi al espejo”, cuenta.