En marzo del año pasado, Arnoldo Kraus, el médico, escritor, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM y humanista “que miraba la vida a través de cuerpos enfermas y almas heridas” y que murió el sábado, a los 73 años, hablaba de su vida desde un ejercicio de memoria que lo llevó a publicar La vida. Un repaso en Ediciones Cal y Arena.
En ese tiempo, celebraba esa novela que era memoria, historia y reflexión, un recorrido por su historia personal y familiar, y por la historia del mundo. Un mundo, decía, deshumanizado, al que le faltaba una ética laica que ayude a la humanidad a ser humana. Y es que la bioética, la eutanasia, el aborto, la laicidad, la tecnología médica, la relación médico paciente, el derecho a la salud y la muerte digna fueron temas que el intelectual puso a debate nacional a lo largo de su fructífera vida.
Labor humanista
Llamó a la conciencia ética ante el cambio climática y su preocupación frente a la desigualdad en México. En 2022, reunió textos de 14 creadores, científicos, investigadores y académicos del Seminario de Cultura Mexicana en el libro Bioética. Manifiesto por la Tierra, para llamar a los mexicanos a crear conciencia ciudadana para salvar la Tierra, para protegerla y darle continuidad a la humanidad.
En 2018, a propósito de la publicación, con Alejandro Magallanes, del libro No eran letras, eran hormigas, Kraus habló de su deuda con México. “Es enorme, enorme, todo lo que tengo y lo que he logrado se lo debo a que a mis papás México les abrió las puertas. México es un tema recurrente, de un agradecimiento inmenso y de una denuncia de la cual no cejo porque es imposible que sigamos conviviendo con 60 millones de pobres”, señaló entonces.
En Bitácora de mi pandemia, que el intelectual publicó en 2022 cuestionó la inacción del gobierno de México ante la pandemia, decía que hay quien sabe que va a morir porque tiene una enfermedad crónica o muere de viejo y va elaborando su etapa final, y los familiares van entendiendo que va a llegar el fin por un cáncer terminal, o porque tiene 90 años, pero ante el covid, decía, hay 60 millones de mexicanos entre pobres y muy pobres, que mueren debido a la falta de instituciones médicas adecuadas, enfermedades o comorbilidades, o por no tener cerca un centro hospitalario.
Por esa preocupación ante temas tan diversos, al conocerse la muerte del escritor y médico humanista, caló hondo en la comunicad cultural, artística y universitaria. Con tristeza y dolor, amigos, lectores e instituciones lamentaron la muerte del autor de otros libros como Decir adiós, decirse adiós, Recordar a los difuntos, Dolor de uno, dolor de todos, así como seis libros en colaboración con Vicente Rojo: Apología del lápiz, Apología del polvo, Apología del libro, Apología de las cosas, Apología del papel y Apología de la morada, publicados entre 2011 y 2021.
Tras saber la noticia de la muerte del intelectual nacido en la Ciudad de México, en 1951, un pensador, las redes sociales se llenando de mensajes para agradecer y despedir al amigo, al médico y al maestro.