Aída condicionaba a sus papás

Aída condicionaba a sus papás

Carlos Cuevas da detalles de cómo fue la relación con Aída antes de que se enfrentaran a la batalla legal que fracturó por completo su relación. El cantante afirma que su hermana era la responsable de los constantes malentendidos familiares, a tal grado que aseguró que ella le pedía a sus progenitores que no lo viera ni a él ni al otro hermano que comparten, cuando estaba enojada con ellos.

En una entrevista con Matilde Obregón, el intérprete de boleros, como no lo había hecho antes, dio a conocer algunos pormenores de las constantes diferencias que, eventualmente, desgastarían la hermandad que un día compartió con Aída, pues aseguró que, desde pequeños, les inculcaron a ser una familia unida, por lo que, durante su niñez, compartieron muy buenos momentos que, todavía hoy, guarda en su corazón.

Sin embargo, expresó que, al crecer, Aída se enojaba constantemente con él y su hermano y, cuando eso sucedía, y se dejaban de hablar por una temporada, le prohibía a sus progenitores que, por esa época vivían en un departamento, que era propiedad de ella, lo recibiera a él o su hermano Alfonso. “Mi hermana Aída, tiene a bien, pelearse con todo mundo de la familia, dejó de hablarle a mi hermano por 10 años y, no estoy hablando mal de ella, estoy diciendo la verdad, mi mamá y mi papá vivían en la CDMX, en un departamento que era de ella y, cuando se peleaba con algunos de nosotros, le prohibía a mi mamá que nos recibiera”, indicó.

El cantante afirma que esas imposiciones terminaron por cansar a su madre, por lo que un día se acercó a él y le pidió que la llevase a vivir a su casa de Cuernavaca.

Él no sólo aceptó, sino que le dijo que le cedería la casa en donde vivía con su esposa, para que se mudarán ella, su padre y su tío Joaquín; además, afirma haber empleado a dos señoras, para que cada una cuidara de ellos, así como también habría contratado a un chófer.

Fue así que compró un terreno, con solo tres casas de diferencia, para que ahí vivieran él, su esposa y sus hijos, eso permitió que se mantuviera cercano a su madre, por la que tenía una gran adoración, desde la infancia, de hecho, aseveró que él fue su hijo favorito y que, esa, habría sido la posible razón por la que Aída le guardaba resentimiento.