"Los sociólogos, los economistas, los historiadores debemos indicar dónde están los problemas para poder encontrar las soluciones. Pero para eso es preciso que nos escuchen, comentó el sociólogo francés Alain Touraine, quien recibió, la semana pasada, la noticia de que es uno de los ganadores del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. El jurado lo ha distinguido, junto al sociólogo de origen polaco y nacionalidad británica Zygmund Bauman, por ser ""creadores de instrumentos conceptuales singularmente valiosos para entender el cambiante y acelerado mundo en el que vivimos"". Los galardones serán entregados en otoño, en un acto presidido por el príncipe de Asturias en Oviedo.
El pensador Touraine reprocha a la clase política actual estar cerrada a las soluciones que demanda la sociedad. ""Si hablan un lenguaje antiguo, no hay comunicación posible. Los culpables no son las ciencias sociales, sino la cerrazón de los políticos en un lenguaje y en un marco de pensamiento que tiene 50 años"", señala.
Touraine, de América Latina expone que es ""un continente en crecimiento"" al que ve ""mejor que Europa"": ""América Latina está decidida a participar en la transformación del mundo actual"". Reconoció que existen ""puntos negros"", como la influencia que tienen los grupos de narcotraficantes en México o el avance del ""chavismo"".
Es el creador de una vasta obra que se inicia con ""Sociología de la acción"" (1965) y ""La Palabra y la sangre"" (1988), un libro sobre América Latina. Sus últimos cuatro libros son requisito para comprender el complejo mundo de hoy: ""øPodremos vivir juntosú Iguales y diferentes"" (1997), ""øCómo salir del liberalismoú"" (1999), ""Un nuevo paradigma"" (2005) y ""El mundo de las mujeres"" (2006).
En ""El Mundo de las Mujeres"", Touraine asegura que en el mundo contemporáneo ya no existen más horizontes por conquistar, por lo que está aconteciendo un movimiento a la inversa, ""tendente a descubrirnos a nosotros mismos"" y, en ese sentido, ""las mujeres están mejor preparadas que los hombres"". Las mujeres continúan dejando a un lado los referentes masculinos para construirse una identidad propia.
""Pienso que hemos pasado de una sociedad determinada por términos políticos y luego económicos, a una sociedad definida por términos culturales. Teniendo en cuenta este cambio, me percaté de que las mujeres, durante mil años no habían tenido derecho a una subjetividad, a pesar de los papeles fundamentales que desempeñaban. A veces eran reinas o put... de lujo, pero ninguna de ellas tenía subjetividad, no eran un sujeto. Una mujer no tenía el derecho de decir 'yo'; decía 'ellos', 'nosotros'"", comentó Touraine en entrevista.
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