Alejandro Molinari presenta un juego literario
Alejandro Molinari, escritor chiapaneco. Cortesía

Quienes tienen agregado a su red de amigos en Facebook al escritor Alejandro Molinari (Comitán, 1957), pueden leer cada semana un par de columnas, Carta a Mariana y Arenillas, con diversos temas.

A través de esa red social, hace unas semanas, el escritor dio a conocer el cartel con el que se anuncia la presentación de su nuevo libro, El día que Julio Cortázar llegó a Chiapas. En entrevista, Molinari habló sobre su producción literaria más reciente.

- ¿De qué trata este libro en el que expone la figura de uno de los escritores más célebres de América?

Es una novela breve que tiene como eje fundamental el cuento “El otro cielo”, de Julio Cortázar. Cuento que, como todo mundo sabe, juega con la idea del personaje que entra a un pasaje en Buenos Aires y, de pronto, por el prodigio de la literatura y de la vida, aparece en una galería de París.

Acá, un arquitecto homónimo de Julio Cortázar llega a Comitán, pero llega con el libro de cuentos Todos los fuegos el fuego, del escritor argentino, y de ahí se desencadena la acción y el juego literario.

- ¿Cuál es el género literario de esta obra?

Admiro el cine de Woody Allen y me gusta su disciplina al forzarse a filmar una cinta cada año. La vida es tan breve que los creadores debemos adoptar una norma para trabajar con ahínco. En deseo de imitar la disciplina de Woody, me propuse escribir una novela breve cada año. El día que Julio Cortázar llegó a Chiapas es la que corresponde a 2016, y la presentaré el 7 de octubre, en la librería Lalilu, en mi pueblo, Comitán.

- Sabemos que el libro se ambienta en Chiapas. ¿Cuáles son los lugares del estado de los que más se habla en esta historia?

Don Caralampio es un hombre de cuarenta y nueve años de edad que sólo salió de su casa cuando tenía tres años. Salió por una o dos horas. Nunca más volvió a salir, hasta que la presencia de Julio Cortázar lo impulsa a viajar a París y Buenos Aires.

La mayor parte de la novela tiene a Comitán y a la Ciudad de México como las ciudades piloto. De manera tangencial, se menciona a la ciudad de San Cristóbal.

- ¿En qué libros se inspiró?

Así como admiro el cine de Woody, soy un lector apasionado de la obra de Julio Cortázar. De alguna manera, esto es como un modesto homenaje de un modesto escritor a uno de los grandes. Retomo su cuento y le doy una vuelta que pretende continuar con el juego donde el personaje empuja “apenas con el hombro cualquier rincón del aire”. Julio nos enseñó que hay otras ventanas que, de vez en vez, se abren y posibilitan nuevos mundos.

- ¿Esta novela se divide en capítulos?

Son veintiún fichas que completan el rompecabezas, y una ficha, en especie de coda, que desarma todo lo realizado, a tal grado que no se sabe cuál fue la historia real, si lo narrado en los veintiún capítulos o lo contenido en el apéndice.

- ¿Qué número de publicación es esta en su trayectoria, contando los libros de poesía que ha escrito?

He publicado varios libros antológicos con cuentos y con Arenillas, que es el título de la columna periodística que redacto; asimismo, libros con caricaturas y un libro-bitácora de viaje. En cuanto a novelas breves, he publicado Dios también resuelve crucigramas (Impresos Molinari); Yo también me llamo Vincent (Coneculta-Chiapas); Historia triste de un cuentahistorias (Coneculta-Chiapas); La tarde que conocí el cine (Editorial Fray Bartolomé de Las Casas); y la más reciente, El día que Julio Cortázar llegó a Chiapas (Editorial Fray Bartolomé de Las Casas).

- Su nuevo libro es editado por una universidad. ¿Qué tan importante es que las universidades apoyen a los escritores?

En Chiapas, las universidades públicas hacen una digna labor editorial, en la medida que lo permiten sus presupuestos. Pero tal labor se diversifica en el campo de la ciencia y en el área de las humanidades. El porcentaje destinado a la creación literaria es magro. En cuanto a las universidades particulares, la publicación es escasa. La Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar comienza, con esta publicación, a abrir camino. La posibilidad de publicar a más autores de narrativa y trabajos de poetas dependerá de la recepción de mi novela. Si cien lectores adquieren mi obra, ello garantizará que otro libro pueda ser editado. Tengo muchos amigos lectores que muestran cierta admiración por mi escritura, apelo a ese afecto para que la literatura chiapaneca sea difundida.

- Una de las labores más difíciles para los escritores es la propia promoción de su trabajo. ¿Ya tiene una gira planeada para dar a conocer su obra? ¿Puede adelantar algo del plan de difusión?

Está planeada la presentación del 7 de octubre, donde leeré un fragmento y firmaré los libros que adquieran mis amigos lectores. Posteriormente, estará a la venta en la librería Lalilu, espacio de promoción que envía a cualquier parte de la República cuando existe algún lector interesado.

Hago la aclaración que en la tarde de presentación no acudo a amigos para que hablen del libro, porque se sabe que ellos son poco objetivos y solo pueden hablar bien de la obra. Prefiero leer un fragmento y que los lectores decidan si vale la pena adquirir el libro o darse la vuelta. Confío en que los lectores adquieran la novela, porque contiene mucho de mi tiempo, de mi pasión, de mi certeza ante la vida.