Una muestra de las tradiciones musicales zapotecas, del Istmo de Tehuantepec y de Michoacán, cuyo género principal es la canción Pirekua —repertorio que principalmente está en purépecha, explica el arreglista Eric Trejo— es explorada por el ensamble de guitarra clásica y voz que conforman Aleph Duo y la soprano Irasema Terrazas, en el disco Acerca del origen, cuyo lanzamiento oficial es el 30 de junio en la página oficial de la compañía discográfica Urtext Digital Classics (urtextonline.com) y el 5 de septiembre en las plataformas habituales de venta de música (Spotify, Amazon, Apple). “Lo que buscamos, guiados por nuestra inquietud musical, es ofrecer una mirada de esta música a partir de nuestras influencias”, explica Trejo, integrante de Aleph Duo.
El punto de partida del álbum son las tradiciones mencionadas —las istmeñas en zapoteco; tres canciones Pirekuas— junto a ciertas canciones en español —“La del rebozo blanco”, huapango lento de Rubén Fuentes y Rafael Cárdenas, y “Las ciudades”, de José Alfredo Jiménez— dos sones jarochos —“Las olas del mar” y “El gavilancito”, de dominio público— y una obra, Tríptico, del propio Trejo, que se inspira en ritmos mexicanos pero fue compuesta solo para dos guitarras.
Son tradiciones, abunda el arreglista, que siempre nos han conmovido en un plano estético, artístico, y que se exploran desde una óptica especializada en la música de cámara, la guitarra y el canto clásico. “Para nosotros es importante acentuar que somos músicos de formación clásico, no somos folcloristas ni tenemos una trayectoria que se base en la música tradicional mexicana. Abordamos las tradiciones desde nuestro dominio del instrumento, la trayectoria aprendida en el conservatorio, y la composición y los arreglos”, aclara.
Para la soprano Irasema Terrazas es un ejercicio de reinterpretación musical a partir de un profundo respeto a las tradiciones. El otro integrante de Aleph Duo, el guitarrista y arreglista Gustavo Camacho, ve este disco como un trabajo que tiende más hacia la búsqueda de un desfogue, “un foco de atención a públicos distintos de los que se acercan habitualmente a estos repertorios. Son canciones cuyos oyentes, en muchos casos, conocen por tradición familiar. Lo que hacemos es llevarlo a otros terrenos, como una especie de reivindicación de lenguajes valiosos para la tradición mexicana”.
En el caso particular de Terrazas hubo un reto mayor: cantar en purépecha y zapoteca. “Fue más difícil cantar en lengua zapoteca del Istmo y en purépecha, a pesar de que ambas tienen una sonoridad hermosa, que en francés, alemán e italiano”, dice.