Alfredo Jaar: Arte de Latinoamérica está perdido
Un logo para América. Cortesía

Para el artista chileno radicado en Nueva York Alfredo Jaar el arte latinoamericano está perdido ante el aplastante predominio de los creadores estadounidenses o europeos. “La gente se olvida que en el fondo el mundo del arte es un reflejo perfecto de la realidad geopolítica de nuestros países”, afirma en entrevista.

En general, dice, “la situación es negativa sobre este tema de lo latinoamericano. Yo creo que a la gente se le olvida que en el fondo el mundo del arte es un reflejo perfecto de la realidad geopolítica de nuestros países. Si en el mundo del arte contemporáneo internacional la mayoría de los artistas que figuran son de EU o alemanes es porque sus economías son las más fuertes. Si en los últimos años hemos visto un empuje tremendo de los artistas chinos es porque la economía china está por superar a la EU.

“Lo que pasa en el mundo del arte es un reflejo de lo que pasa en la economía mundial y, en ese sentido, estamos perdidos. No es casualidad que si miras el top 100 de los artistas más importantes en todas las revistas hay sólo tres artistas latinoamericanos: un mexicano, un brasileño y un chileno. Esas son las economías más fuertes de América Latina y eso es todo. Es muy triste, pero es así”, refirió.

Jaar también señaló: “Encuentro patético que tenga que venir un curador mexicano a EU a rescatar las obras de los artistas latinoamericanos. Llevo 34 años en Nueva York y tuvo que pasar esta muestra para que tenga cierta visibilidad. Estoy agradecido con Pablo, pero en pleno siglo XXI, si no se hace esta muestra, seguiríamos en la invisibilidad. Ahora, si viste la muestra en el Guggenheim de Nueva York, el espacio que nos dieron dentro del museo era de una ingratitud insoportable. ¡Todo un continente! Esa es la realidad que vivimos”.

Entonces, continúa, “mi tarea ha sido darme cuenta de eso. Desde hace 34 años, cuando llegué a Nueva York, me di cuenta de lo provincial que era esta ciudad. Cuando llegué me di cuenta que sólo había arte de EU, centrado en sí mismo, y me propuse traer el mundo a EU. Me fui a Sierra Pelada a una mina de oro en Brasil y mi primera gran obra, Gold in the Morning, fue rentar una estación del Metro de Nueva York y la llené con las fotos de los mineros junto al precio del oro en diferentes mercados.

“Esta línea de Metro era la que te llevaba a Wall Street, donde se vende oro de manera muy abstracta y yo quería mostrar la realidad de esta abstracción financiera. Eso me puso en el mapa mundial”.