Ángela Aguilar dio el banderazo de salida a su tour Libre Corazón en Estados Unidos con un concierto muy emocional, aunque también acompañado de críticas en redes sociales.
Desde la polémica de 2024, tras su relación y matrimonio con Christian Nodal, la hija menor de Pepe Aguilar solo se había visto en escenarios mediante apariciones con su esposo, su padre o su hermano Leonardo. Ahora, la intérprete de “La llorona” llega de forma personal, con más fuerza y renovada, y este año debutó también como productora con el álbum Nadie se va como llegó.
El primer espectáculo
Durante el espectáculo en Irving, Texas, en el The Pavillon at Toyota Music Factory, Aguilar interpretó éxitos como “En realidad” y “Qué agonía”. Después de sus primeros temas, pausó el show para interactuar con el público, confesando que no esperaba pararse en ese escenario pero que se sentía “tan afortunada de poder estar aquí”.
Las palabras conectaron con la audiencia, que le respondió con aplausos y gritos: “¡No estás sola!”. Conmovida, Aguilar llevó su mano al pecho y bromeó: “Oigan, no me hagan llorar porque tengo que cantar otras dos horas, por favor”.
De acuerdo con medios internacionales, la cantante también expresó que no quería hablar mucho y pidió al público que siguieran disfrutando las canciones. Continuó la noche con más de sus éxitos y alentó a los asistentes: “Espero que vengan libres esta noche, espero que tengan el corazón abierto y sé que si están aquí es porque el corazón ganó más allá de la cabeza”.
Lugares vacíos y críticas
Semanas antes del inicio del tour circularon rumores sobre la baja venta de boletos, debido a cancelaciones en ciudades como Nueva Jersey, Pensilvania, Chicago y Denver. En el show, se pudieron notar algunos lugares vacíos a pesar de los bajos precios de las entradas.












