Una mesa, un café y una decisión. Eso es todo lo que hace falta para ser feliz. Una novela sobre el amor, el tiempo perdido y las oportunidades que están por llegar. Situada en Tokio y oculta en uno de sus callejones se encuentra Funikuri Funikura una cafetería japonesa con algo particular que merece la pena visitar, no solo por su excelente café, sino también porque, si eliges bien la silla donde sentarte, puedes regresar al pasado. Pero como incluso lo increíble está sujeto a limitaciones, no podrás salir de la cafetería mientras dure el viaje, volverás cuando el café se enfríe y, hagas lo que hagas, el presente no cambiará. A través de las emocionantes historias de cuatro clientes que se atreven a embarcarse en esta aventura por motivos diferentes, Antes de que se enfríe el café nos ofrece un relato atemporal sobre el amor, las oportunidades perdidas y la esperanza de un futuro que siempre está por llegar.
¿De qué trata?
La primera historia se centra en una muchacha que acaba de romper con su novio que se va a Estados Unidos a trabajar sin pedirle matrimonio en la cafetería. Al saber de las capacidades de la mesa decide revisitar aquel momento para que su novio no la deje, pero el presente no cambiará. Aun así, al volver del pasado, hay esperanza porque el novio le pide que le espere.
La segunda es quizás la más emocional de todas. Gira en torno a la mujer de uno de los clientes de la cafetería, el señor Fusagi, que padece Alzheimer. Él ya no se acuerda de ella, pero esta le sigue siempre a la cafetería. Viaja en el tiempo y descubre que su marido le había escrito una carta en la que le pide que le deje, pues no puede soportar un futuro en el que no recuerda que le ama y hacerle daño.
La tercera historia trata de la relación de dos hermanas. La mayor, Hirai, desheredada por no querer seguir con el negocio familiar, es cliente habitual de Funikuri Funikura. Su hermana lleva años visitándola para convencerla de llevar el negocio juntas, pero ella rehúsa verla. Tras uno de los viajes su hermana menor muere en un accidente de tráfico. Hirai decide regresar al día en que muere su hermana prometerle que llevarán el negocio juntas, aunque sabe que al regresar al presente, no habrá cambiado nada.
La última historia gira alrededor de los dueños de la cafetería. La esposa del dueño está embarazada con alto riesgo. Es el primer viaje al futuro para que esta madre logre ver a su hija de 15 años y hablar con ella antes de morir tras dar a luz.
La obra es sencilla e interesante de leer. Contiene un mensaje claro: el pasado nunca cambiará pero nosotros podemos vivir nuestro presente de un modo diferente. No se llega a saber exactamente en qué año transcurre la historia pero esto no obstaculiza el flujo de los acontecimientos.
Se atisba la estructura gramatical de los japoneses que en ocasiones resulta repetitiva y la lectura puede resultar algo costosa a quienes no estén familiarizados con la forma de escribir japonesa. Pero la narración engancha y cada una de las historias resulta interesante.












