La presencia de realizadoras procedentes de grupos indígenas o afrodescendientes está creciendo en México y, en lo que será la Muestra Internacional de Mujeres en el Cine y la Televisión, que comenzará la semana próxima, una tercera parte de largometrajes tienen ese origen.
De las 15 películas que conforman el programa, cinco tienen esa característica: Li Cham, de Ana Ts’uyeb, el cual habla sobre mujeres zapatistas; Vientre de luna, de Liliana K’an, acerca de las maternidades en las comunidades tsotsiles, y Mujeres de barro, de la mixe Concepción Martínez, un documental sobre su madre.
La lista la completan Valentina o La serenidad, de Ángeles Cruz, acerca del encuentro de una niña con la muerte, y Chicharras, de Luna Marán, sobre la defensa de las tierras en contra de compañías extractivistas. “Eso habla del trabajo que se está haciendo con ellas, mucho talento está saliendo y hay que mostrarlo, fue nuestra prioridad este año”, dijo Cristina Prado, presidente de la Asociación de Mujeres en el Cine y la TV, impulsora de la muestra.
El evento se llevará a cabo del 27 al 31 de agosto, en seis sedes de la Ciudad de México, entre estas Cineteca Nacional, El Cinematógrafo del Chopo, Cinemania y Casa del Cine. En total son 38 producciones, entre cortos y largometrajes, procedentes de 13 países como Argentina, Ecuador, Cuba, España, Suiza, Bulgaria, Inglaterra y Croacia.
La muestra será inaugurada con el corto Apnea de la cineasta nacional Natalia Bermúdez, ganadora del premio Ariel 2024, y el documental Los rostros de Ágata de Malgorzata Kozera, una coproducción entre Polonia e Inglaterra. “El cine que es hecho por mujeres ha aumentado muchísimo, este año recibimos 135 propuestas de todo el mundo. Solo recibimos películas realizadas por mujeres y el que haya habido tantos, te habla de la visibilidad que se está teniendo”, considera Prado.
Firman acuerdo
La asociación firmó un acuerdo con Egeda México, Sociedad de Gestión Colectiva de Interés Público y que impulsa los Premios Platino a lo mejor del cine y las series de Iberoamérica, para poner en marcha un programa formativo con actividades académicas a lo largo de todo el año. “Se iniciará con conversatorios y después se tendrá continuamente programas de formación”, expone Prado.