A veces, los grandes eventos comienzan en silencio. No hubo largos discursos, ni siquiera muchas palabras. Win Butler, el vocalista de Arcade Fire, apenas habló durante las casi dos horas que duró el primer concierto de la gira Pink Elephant, pero a nadie le importó.
El teatro Metropólitan se convirtió en el escenario de esta mini gira improvisada que presenta, por primera vez, la música del nuevo disco de la banda canadiense que se estrena el próximo 9 de mayo. México fue el país elegido.
Minutos antes del inicio, los más puntuales se toparon con Butler, con lentes florales y que, sin anuncio previo, recorrió los pasillos del Metropólitan regalando flores a los fans. Luego, ya fuera del recinto, cruzó la calle rodeado de seguridad para comprar mercancía no oficial. Regresó caminando con una nueva playera.
Adentro, mientras el público tomaba asiento, sonaba “Pink elephants on parade” de Dumbo. El escenario estaba decorado con nubes rosas, flores flotantes y, colgado en lo alto, un corazón de cristal giratorio que lanzaba destellos como bola disco. A las 9:26 de la noche, tras los primeros chiflidos de ansiedad, las luces se apagaron.
Régine Chassagne apareció por los pasillos con un sombrero de flecos. Encendió una vela y caminó lentamente hacia el escenario, donde los músicos yacían en el suelo. Uno a uno fueron incorporándose, y comenzó la música.
Arcade Fire es una banda canadiense de indie rock formada en Montreal en 2001 por Win Butler y Josh Deu. Su alineación actual está encabezada por Butler y su esposa, la multiinstrumentista Régine Chassagne, junto con Richard Reed Parry, Tim Kingsbury y Jeremy Gara. Sus conciertos son una coreografía entre sus integrantes cuando cambian de instrumentos: del piano al xilófono, del violín al sintetizador, todos tocan todo, y todos cambian de lugar.