El día que comenzó el rodaje de Así es la vida, donde interpretaría a una mujer abismada y violenta con los niños, Arcelia Ramírez se bloqueó.

No importaron entonces sus 15 años de carrera y una veintena de películas filmadas, entre ellas la icónica La mujer de Benjamín, de Carlos Carrera, o la taquillera Cilantro y perejil. Ese día del año 2000, Arcelia intentó una, dos, cuatro veces decir un monólogo frente a Arturo Ripstein, el cineasta conocido por su fuerte carácter y que a más de uno había hecho temblar en su momento.

“La siguiente escena era con Patricia Reyes Spíndola y comenzamos a prepararla. Yo decía algo y él decía ‘no, no y no’. A la cuarta algo ocurrió y me desbloqueé. Terminamos, me agarró la panza y me dijo ‘con esto quiero que hagas al personaje’. Durante las siguientes semanas no me permití ser feliz ni relajarme, me llevé al personaje a casa y fue espantoso. Solo así pensé que podía trabajar en los días siguientes para sostener ese sentimiento”, recuerda.

Este episodio retrata la esencia de Arcelia, una de las actrices más sólidas en el cine mexicano desde hace tres décadas y que el próximo sábado será homenajeada en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara. “Me parece como algo prematuro todo, me apabullo un poco, pero lo agradezco”, dice.

Es la mujer de 55 años de edad que, siendo adolescente, aprovechando el videoclub propiedad de su hermano, vio títulos que en cine no podría, como Bad boys, calificada de amoral por la crítica de inicios de los años 80. También la que iba para periodista por parte de la UAM, hasta que acompañó a una amiga a una clase de actuación y realizó un ejercicio físico de “A odia a B”, en el que acabó llorando.

Estudiaba en el Centro Universitario de Teatro (CUT) cuando hizo algo prohibido en la práctica: trabajar mientras estudiaba. La cineasta Busi Cortés, quien era profesora, la invitó a la película El secreto de Romelia, y meses después fue llamada por Carlos Carrera para protagonizar La mujer de Benjamín, en la que su personaje era una chica cruel y que utilizaba a todos a su favor.

“Era un personaje femenino que de alguna manera rompía con los que había. Carlos casi no hablaba, era de muchos monosílabos, pero había mucho trabajo de mesa”, cuenta de su experiencia con el ganador en Cannes por el corto animado El héroe.

De frente al sol, producida por Carla Estrada, fue su ingreso a la televisión. Por alguna razón, la actriz contemplada inicialmente no pudo y fue cuando comenzaron a buscar a alguien; Arcelia fue la elegida.