Arroja luz a las historias complicadas
La hija de todas las rabias concursa en la sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián.

Para Laura Baumeister, directora de La hija de todas las rabias, su filme sobre la pérdida de la madre y el enojo experimentado, es muestra imprescindible del empeño de aportar esperanza a las historias complicadas.

“Con el cine podemos alumbrar un poco los caminos. Queríamos pintar un cuadro donde hay muchas capas densas y una brocha con tonos oscuros, pero en el que la luz es lo que permitiría apreciar el cuadro”, destaca.

Para Laura, este nuevo enfoque con el que se abordan las historias sociales tiene que ver con la mirada de las nuevas generaciones de cineastas.

“Hemos heredado un montón de privilegios que hace menos de cien años las mujeres no teníamos. Y, por otro lado, un mundo en llamas en donde los temas ambientales están desbordados, el aspecto sociopolítico, las ideologías, los modelos de vida, todo. Se está derrumbando el escenario como le sucede a María, nuestra protagonista. Lo que la historia nos ha enseñado es que siempre se sale, pero hay que encontrar los caminos”, reflexiona.

La directora nicaragüense cree que las mujeres directoras están teniendo tanto éxito porque se están atreviendo a nombrar las cosas que en otros espacios se quieren “meter bajo el mantel”. “Hay más humildad en las mujeres y por ello podemos acercarnos a los temas que se quieren barrer y negar como la pobreza, los feminicidios, los abusos y además hacerlo con una actitud más autocrítica y reflexiva”, refirió.

Otra cosa por la que apuesta la realizadora es por la adversidad, que, dice, está subvalorada desde el imaginario del éxito: “Es un ejercicio de conciencia, autconvicción, de rodearte de una comunidad que también te sostenga cuando no das el paso como querías y te das contra la pared. Es importante tener una manada que nos cuide y saber que hay cosas que no podemos navegar en soledad”.

Baumeister, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), destaca la importancia que tuvo México en este largometraje, país en el que filmará sus próximas películas. “Cuando yo dije ‘quiero hacer cine y en mi país no existe’, México fue el país que me acogió. Mis cortos han tenido recorrido en Morelia, aplicamos a Eficine, dos actores de la película son mexicanos, así como una gran parte del equipo técnico, la posproducción, el diseño sonoro, etcétera”, cuenta.

Los nuevos proyectos de Laura incluyen una historia de horror basada en el caso real de una mujer quemada en una hoguera, producto de un ritual religioso en 2017, debido a que creían que estaba poseída por el diablo, situación de la que ella tendrá la oportunidad de vengarse.