Arte es la conquista de la libertad

Arte es la conquista de la libertadEn febrero, el artista presentó una nueva pintura en la Galería Lourdes Sosa. Cortesía

En seis décadas de trayectoria artística, Arnaldo Coen (Ciudad de México, 10 de junio de 1940) no ha dejado de experimentar y renovar sus creaciones. Como parte de la Generación de la Ruptura, Coen y sus contemporáneos forman parte de la historia del arte.

Ahora, Coen no duda en experimentar, en tomar elementos nuevos y trasladarlos a su obra. Este año, marcado por el festejo de su 85º aniversario, el artista ha reactivado la creación desafiando estándares de la pintura, su principal corriente artística.

En febrero presentó una nueva pintura en la Galería Lourdes Sosa, titulada Vendeur de reves, obra que dejó ver la incorporación de elementos conceptuales en su trabajo. En ese caso, Coen retomó elementos del collage y los mezcló con el mail art (arte postal) que artistas realizaron en el siglo XX.

Su última obra, develada en uno de los muros de Casa Abierta Monte (calle de la Palma 14), muestra la abstracción, el juego geométrico, espacial y de color que lo caracterizan, pero esta vez trasladado a un mural de 10 metros de altura y 16 de ancho, titulado Mutua presencia de tiempos eternos, en el marco del 250º aniversario del Nacional Monte de Piedad.

En entrevista, Arnaldo Coen reflexiona sobre el estado del arte en México, de sus nuevos procesos creativos, del arte conceptual, de los colegas y amigos que lo han acompañado y de los artistas jóvenes, a quienes les pide, ante todo, buscar la libertad e intentar conquistarla, además de “robarse el arte”.

¿Cómo fue el proceso para culminar este nuevo mural?

Primero quiero referirme a que el mural está dialogando en ese espacio con otras obras de artistas jóvenes, me parece un acierto que la gente que vaya al Monte de Piedad pueda ver este tipo de arte. El mural es totalmente nuevo, pero claro que retomo elementos del pasado, pero hay pasados muy diferentes, en este caso usé algo inédito para mí, quise hacer una pintura que solo hablará del espacio, la pregunta fue cómo hacer algo así. Recordé que hace años me iba de pinta a estudiar Arquitectura, y a un profesor llamado Luis G. Serrano, que junto con (David Alfaro) Siqueiros inventaron la perspectiva curvilínea, que prácticamente es como pintar en un espacio envolvente, en este caso no fue envolvente, fue bidimensional, y lo que quise construir fue la entrada a muchos espacios, que la geometría nos diga cómo penetrar en esos espacios que pueden ser divinos o infernales. Es resultado de la experimentación de la geometría.

Es llamativo que pinte un mural perteneciendo a la Ruptura…

Sí, pertenezco a una generación que estuvo en contra del muralismo, era un pleito extraño, pero con el tiempo aprendí que existen valores en esa corriente y en ese modo de crear que hay que demostrar. Siempre pienso que debajo de un cuadro de Siqueiros hay una sabiduría de cómo estructurar el espacio, de intervenir el color, de ver la forma.

¿Cómo percibe el arte que se produce hoy?

El arte nuevo es como el viejo. Se producen cosas buenas y cosas malas, pero siempre hay algo nuevo, porque cada artista, de alguna manera, es todo un lenguaje, toda una manera de presentar las cosas, y me gusta jugar dentro de esas maneras del arte conceptual o del arte efímero. Su pregunta me remonta a cuando trabajé con Alejandro Jodorowsky, con Carlos Ancira, con otros artistas del teatro, y los sentía de mi generación, y hoy me siento de la generación de estos artistas jóvenes.

¿Traslada lo conceptual a sus pinturas?

Me interesa mucho el arte conceptual porque la idea que rige es el lenguaje, es superar la forma, es robarse el arte, no el objeto, sino el arte, es, sobre todo, defender las ideas.

¿Conserva elementos de su paso en la Ruptura?

Los elementos son mis compañeros, como Gabriel Ramírez, Roger von Gunten, Francisco Castro Leñero, Pedro Coronel y otros que conformaron la Ruptura, que nos opusimos a que los muralistas dominaran los espacios, y comenzamos a abrir espacios, de esa forma defendimos la libertad de creación. Hoy las cosas cambian demasiado, pero me mantengo en diálogo con jóvenes, quizá me he perdido de mucho porque hay demasiados, proliferan y eso está bien.

¿Sus obras nuevas tienen un mensaje o lo deja libre al espectador?

Creo que tanto el artista como el espectador deben ser cocreadores de la obra. A uno, cuando le gusta mucho una obra, se hace cómplice, se hace parte. No importa si es de la época de las cavernas, o si son los impresionistas, o si son los barrocos, o si son los dadaístas. Creo que como espectador es importantísimo participar, porque eso genera una manera de actuar con libertad. Tanto ver una obra como crearla. Yo quisiera que cada una de mis obras provoque a los espectadores decir lo que sienten y piensan.

¿No considera que se abusó del arte conceptual?

Creo que muchos pintores le tuvieron miedo a lo conceptual y dijeron que solo querían ser pintores. Pero yo vi oportunidades, así como Marina Abramovic vio esa posibilidad de sentir el arte en su cuerpo, de sentirlo rasgado e involucrar al espectador. El hecho de ser contemporáneo no lo hace malo o bueno. Hay arte bueno y arte malo.

¿Cree que el arte puede criticar la política y la sociedad?

Mi arte tiene un mensaje muy simple: ser libre. La libertad es lo más importante en un artista. No importa de qué generación o de qué técnica o de qué tendencia, no hay manera de acabar con el arte, porque no tiene fecha de nacimiento ni fecha de caducidad. El arte es la conquista de la libertad.