En los últimos años, los eventos musicales se han visto amenazados por diversos intentos de ataques terroristas que han puesto en alerta a las autoridades de seguridad en todo el mundo.

Desde el devastador ataque suicida en la presentación de Ariana Grande en Manchester, que dejó 22 muertos y más de 800 heridos, hasta la amenaza de tiroteo masivo en un show de Bad Bunny en Atlanta, y la cancelación de conciertos de Bruno Mars en Israel debido a un conflicto armado.

Además, recientemente un intento de ataque frustrado en un evento masivo de Taylor Swift en Viena resalta la creciente amenaza que enfrentan los artistas y sus seguidores.

El informe final elaborado por Sir John Saunders y presentado por el gobierno británico, destaco que una serie de fallos de seguridad permitieron que el terrorista Hashem Abedi pasara desapercibido y llevara a cabo su ataque.

En un entorno con un nivel de amenaza terrorista severo, estos fallos en la seguridad representaron oportunidades perdidas para prevenir la tragedia, sugiriendo que una mejora de los protocolos de seguridad podría haber alterado el desenlace de esa noche. En 2023 el concierto de Mars fue cancelado debido a la escalada del conflicto palestino-israelí.

A primeras horas del día, se reportaron ataques terroristas coordinados por Hamás, lo que llevó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a declarar que el país estaba en guerra. Mars y su equipo, que ya se encontraban en el aeropuerto Ben Gurion, volaron a Atenas y la falta de tiempo para trasladar el equipo de producción impidió su actuación en Doha, siendo reemplazado por DJ Snake.

Mark Adams Prieto fue arrestado el 14 de mayo tras planear un tiroteo masivo en un concierto de Bad Bunny en Atlanta, Georgia, con el objetivo de incitar una “guerra racial” en Estados Unidos. Sus intenciones eran atacar a afroamericanos y otras minorías en el evento y en su estrategia incluía almacenar las armas en la zona del concierto y atacar antes de las elecciones presidenciales de 2024 fechas en las que Bad Bunny tenía presentaciones en la ciudad como parte de su Most Wanted Tour. Mientras se dirigía hacia el este del país fue detenido en Nuevo México donde admitió su plan y fue encontrado en posesión de siete armas de fuego. Su condena podría incluir hasta 15 años de prisión y una multa de hasta 250 mil dólares.

Gracias a la cooperación internacional en inteligencia, las autoridades pudieron frustrar el ataque y evitar una posible tragedia.